El fútbol, médicamente, es como un anestésico
Los cuartos de baño del mundo están siendo utilizados con una frecuencia muy superior a la del resto del año debido a las reacciones bioquímicas que produce en el cuerpo humano la emoción del gol. La diuresis, la micción constante y el hiperestaltismo o motilidad intestinal están en relación directa con la pasión que se ponga frente al televisor al presenciar los encuentros. El fútbol, además, funciona como un anestésico en los momentos cruciales. Tiene un poder sedante, es una forma de psicoterapia barata.
En Brasil, en donde debe considerarse catástrofe nacional el hecho de que su selección no haya ganado todavía ni un solo partido, se han publicado unos estudios realizados por el doctor Francisco Silveira, especialista en psiquiatría y medicina psicosomática, según los cuales el cuerpo humano se ve mus afectado en virtud de las fuertes excitaciones de estos días.
O Globo, que no puede conceder al equipo brasileño la importancia de otras ocasiones, ha recordado que la complejidad de los mecanismos hormonales que acompañan los movimientos externos de un hincha merecieron un estudio del Premio Nobel de Medicina de 1977, doctor Andrew Schally.
Alteraciones metabólicas
Según estos estudios médicos, por la creación de un fuerte punto de excitación de la corteza cerebral, el organismo sufre alteraciones metabólicas que provoca el que las glándulas de secreción entren en funcionamiento. Con la emoción del gol, el forofo sufre una alteración en la presión arterial en el ritmo de sus latidos cardíacos. El que el cuerpo inicie la quema de calorías trae como consecuencia que los sistemas cardiovascular, renal y aparato digestivo funcionen a un ritmo más intenso.
Según el doctor Silveira, las alteraciones físicas, como la taquicardia, la diuresis, la transpiración y la motilidad intestinal, son bastante frecuentes, y este cambio de tono vital es ciertamente beneficioso, porque hace que los sujetos que la padecen se sientan físicamente mejor. Hecha la excepción de aquellos que tienen problemas cardiovasculares según el doctor Sílveira, «la fisonomía de los hinchas a la salida de los estadios, en especial los ganadores, es siempre agradable a pesar del aparente cansancio».
Respecto a los resultados negativos que estos cambios puedan producir en el hincha, se dice que dependen de su nivel cultural, es decir, que a más cultura habrá mejor control de esas reacciones y cuanto menos preparada esté la persona, menos podrá dominar su cuerpo e incluso podrá llegar a convertirse momentáneamente en un ser violento.
El fútbol, según el doctor Silveira, es «una forma de psicoterapia barata y accesible a la gran masa, puesto que al consultorio psicoterapéutico sólo puede acudir una minoría ínfima de la población».
El poder sedante del fútbol
Del fútbol, que se ha dicho siempre que ha sido un narcótico para el pueblo, que el gol ha sido el opio popular que han sabido expender los regímenes totalitarios para alejar de las mentes «la funesta manía de pensar» resulta que científicamente «tiene un poder sedante increíble, más intenso que el de cualquier medicamento, y en términos de psicología social funciona como un anestésico en los momentos cruciales».
La emoción del gol, efectivamente, ha salvado de la catástrofe en más de una ocasión a los Gobiernos y ha hecho olvidar problemas fundamentales. Recuérdese que en cierta ocasión un gol de Pelé evitó en Brasil un golpe de Estado, que los goles de Zarra eran tenidos como la mejor expresión de la raza que caminaba por el Imperio hacia Dios, que los coroneles griegos hicieron lo posible para que el Panatinaikos fuera campeón de Europa y en el etcétera incluyan ustedes los ejemplos que les vengan a la memoria.
La publicación de esta información ha coincidido en Brasil con el malestar general y, de cuanto se dice, la reacción final puede estar en los términos violentos. En 1950, cuando en Maracaná perdió Brasil el titulo frente a Uruguay, el seleccionador Flavio Costa tuvo que desaparecer de la circulación para librarse de las iras de los hinchas, el medio volante Danilo intentó suicidarse al no poder soportar la derrota.
Yo diría, sin embargo, que por parte española, Kubala y Pablo Porta, aunque se produzca la eliminación, seguirán sin tener problemas de motilidad intestinal. Se sienten muy seguros.
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