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Dificultades para la candidatura del Gobierno español al consejo de administración de la OIT

Las dificultades de última hora a la candidatura del Gobierno español al Consejo de Administración de la OIT, apoyada implícitamente por la representación obrera de nuestro país en cuanto que «no hará campaña en contra», y la repercusión que para el actual debate sobre el proyecto de ley de Acción Sindical pueda tener el definitivo contenido que la OIT dé a la sindicación de los funcionarios públicos, representan los aspectos de mayor interés para España en la 64 conferencia anual de la Organización Internacional del Trabajo, abierta ayer en Ginebra.

Por unanimidad de votos fue elegido presidente de la presente conferencia Pedro Ojeda Paullada, secretario del Trabajo y Previsión Social de México. Su designación surgió de una proposición del grupo de países latinoamericanos, continente al que le correspondía, de acuerdo al sistema de rotaciones por regiones del mundo, presidir la actual conferencia.La instauración de un convenio internacional sobre libertades sindicales para los funcionarios públicos, más exactamente, el derecho de estos trabajadores a su sindicación, figura entre los temas principales de esta conferencia que agrupa a 136 Estados miembros de la OIT. El año pasado se redactó un primer texto que a partir de hoy deberá ser revisado por la comisión designada al efecto. Cabe recordar que en 1977, junto a la presencia oficial de la primera delegación democrática de trabajadores españoles, éstos tuvieron una activa participación en la discusión del texto de dicho convenio, que no siempre estuvo de acuerdo con los planteamientos de la representación gubernamental y patronal española.

Por su parte, la representación candidatura de José Antonio Aguiriano, diputado del PSOE, para ocupar un cargo en el Consejo de Administración en el estamento de trabajadores, crece en cuanto a posibilidades de triunfo.

No ocurre lo mismo con la candidatura del Gobierno español también al consejo de administración, en el estamento gubernamental. La presencia, a última hora, de un nuevo embajador ante la OIT, Manuel Jiménez de Parga, estaría entorpeciendo las relaciones con el resto de las representaciones diplomáticas, entabladas desde hace años por Fernando de Benito, embajador de España ante Naciones Unidas y organismos internacionales en Ginebra. Jiménez de Parga, hombre nuevo en este terreno, efectivamente está aún iniciando los primeros contactos en el ámbito de los países miembros de la Organización Internacional del Trabajo.

Mientras España aparece con estas desventajas, el otro candidato al mismo puesto, Suecia, parece ganar terreno, incluso entre los países latinoamericanos, a través del cauce del «tercermundismo», lo que afecta seriamente la candidatura española, que parecía contar en firme con los votos no sólo de latinoamérica sino además de buen número de países africanos, y, desde luego, europeos.

Por su parte, la representación unitaria de los trabajadores españoles en la conferencia ha anunciado que implícitamente apoya la candidatura del Gobierno español, toda vez que no hará campaña en contra.

Presencia argentina y chilena

El gran ausente este año es Estados Unidos, que se retiró en la conferencia pasada acusando a la OIT de excesiva «politización» por las resoluciones contra el Gobierno de Israel, acusado de dar mal trato a los trabajadores árabes en los territorios ocupados. Sin embargo, un país, ausente el año pasado, este año despierta «curiosidad». Se trata de Argentina, cuya delegación de trabajadores asciende a doce miembros.Por otra parte, las tres centrales sindicales más fuertes del mundo, la CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones de Sindicatos Libres), la FMS (Federación Sindical Mundial) y la CMT (Confederación Cristiana), presentaron tres diferentes documentos impugnando a la delegación chilena, tanto gubernamental, como de empleadores y trabajadores. La impugnación se fundamenta en la absoluta falta de libertad de Chile.

Como muestra de solidaridad con los sindicalistas chilenos en la clandestinidad que tratan de obtener acreditación oficial de la OIT frente a la representación obrera enviada por el régimen militar, la representación sindical española visitó ayer al grupo de chilenos que permanecen en huelga de hambre desde hace diez días en la sede del Consejo Mundial de las Iglesias. La delegación española que preside Camacho prometió su apoyo a los miembros de la central única de trabajadores de Chile para obtener de la OIT el reconocimiento a su «auténtica representación» de los trabajadores de aquel país.

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