Gustavo Torner: "En arte se confunde la soltura con la precipitación"
Gustavo Torner, artista español, clausura hoy su exposición de collages en la Galería Rayuela, de Madrid. Al mismo tiempo aparece en la Feria del Libro, abierta en la capital de España, el libro Torner, con una introducción de Fernando Zóbel y textos del propio Torner. El volumen está editado por la editorial de la citada galería. Su exposición se titula Impromptus, divertimentos, estudios y ejercicios, y en ella el artista despliega un armonioso festival de papeles musicales.
«A propósito de mi obra -dice Torner- suelo siempre contar lo menos interesante, abordar el aspecto mecánico y no el ideológico con el fin de que los demás puedan extraer libremente sus propias consecuencias. Así, no es de extrañar que el eco de esta exposición tienda a ser contradictorio. Para sostener el elogio o el menosprecio, se ha hablado de nuevo estilo. Y a mí me sorprende que siga confundiéndose el estilo con la repetición. O, en el colmo de la ceguera, que se confunda la soltura con la precipitación. Por supuesto, yo he practicado un arte en modo alguno ajeno a lo ceremonioso, austero y grave. »Gustavo Torner dice que no cree ser traidor a nada fundamental cuando, como en este caso, «dejo libre curso a mi imaginación visual y opero desde planteamientos bastante espontáneos. Al término uno puede sentirse fascinado por lo pretendidamente menor. Los dibujos de Leonardo, que a veces no son sino el fulgor humilde de una boca, de una ola o de unos ojos, a mí me atraen tanto o más que sus celebradas pinturas. Y en un pintor, que no me interesa demasiado, Paul Klee, si bien no hallo cuadros excepcionales, sí reconozco que me impresiona cuando su obra surge de pronto como la suma espléndida. de logros veniales».
Torner habla sobre la sorpresa que produce que un hombre tan activo en el campo tecnológico se apasione hasta tal punto por fijar una reflexión lírica en sus obras. «Se habla hoy mucho de civilización sin alma. No obstante, puesto que mal podemos desechar la tecnología de nuestro ámbito, creo preferible intentar meter en ella el alma a disolverme en románticas actitudes que jueguen a ignorar lo omnipresente. Me interesa un arte en el que no se vea el divismo . »
Gustavo Torner considera que en su última exposición no abandona en absoluto «esa voluntad cimental. En ella reaparecen las constantes de siempre, no se juega el grafismo, se enarbolan los problemas plásticos que parten de la naturaleza, del espacio, de la masa, del color. Dado que en esta civifización todo está sujeto a condicionamientos, yo me sirvo de esos condicionamientos con una actitud finalmente muy política, extrayendo lo prioritario para modificar a un tiempo lo tangencial. Esa técnica sigilosamente transgresiva esperoque se resuelva en una respiración honda que venza sobre la simple mueca experimentadora».
Tal vez la sorpresa de los espectadores ante los últimos collages de Torner «proceda del hecho de que ahora los contrarios locales están dentro del mismo cuadro. Las formas aformales se hallan inmersas en estructuras totalmente geométricas. Este resultado no es fruto de una premeditación, pues, en contra de lo que suele creerse, gran parte de mi trabajo es tributario de la inconsciencia. Sin embargo, ¿cómo rechazar lo evidente?»
Torner creer que desde su devoción por Eliot, el gran poeta anglosajón, «diría también que todo en el arte es analogía, pues la metáfosa es ya el arte en sí». Ha elegido colores, cortes y papeles que establecen en sus collages un claro ritmo analógico que parecería exclusivo de la escritura poética. «He elegido el papel como vehículo confortable. Los papeles estructuran formas, los cortes equivalen a pinceladas. El papel, a fin de cuentas, funciona como materia pictórica. En el fondo, es un ejercicio de afilada coherencia respecto a lo anterior, o, como ha señalado Teixidor, otra manera de mirar lo que siempre he hecho».
En la obra de Torner se adivinan algunos homenajes a pintores que él admira. «Hay, sí, transcripciones de Matisse y de Malevitch. Hay estudios de color a partir de algunos de sus cuadros. He querido deleitarme en la prolongación para apropiarme de lo esencial. En definitiva, siempre un artista está ligado a lo combinatorio. Reflejar ese arriesgado vaivén es potenciar nuestra originalidad virtual.»
Babelia
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