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Carter y Gromiko se entrevistaron durante cuatro horas

Después de una entrevista de cuatro horas con el presidente Carter, el ministro soviético de Asuntos Exteriores,, Andrei Gromiko, dijo ayer que se había realizado «algún progreso» en la negociación de un nuevo tratado sobre limitación de armas estratégicas.Carter recibió a Gromiko en la Casa Blanca, después de que el canciller soviético hubiese mantenido ya dos encuentros con el secretarlo de Estado, Cyrus Vance, para discutir los últimos puntos conflictivos de las conversaciones SALT II. Aunque la entrevista estaba programada para dos horas, se amplió al doble, lo que parece dar una idea de que la negociación sigue siendo difícil y compleja.

A su salida de la Casa Blanca, para dirigirse a un almuerzo de trabajo con su colega norteamericano, Andrei Gromiko declaró a los periodistas que «lo importante es crear y no destruir» y que las conversaciones SALT II son «como un árbol con diferentes ramas», para ser luego un poco más explícito y reconocer que se había efectuado «algún progreso en algunos puntos de algunos ternas».

Aunque tanto Gromiko como Vance dijeron que las diferencias de Washington y Moscú respecto a Africa no estaban influyendo en las conversaciones SALT II, el ministro soviético dijo a la prensa que su país no pretende en absoluto apoderarse de Africa ni de una parte de la misma. Esto se interpretó en la capital norteamericana como un indicio de que la situación en Africa fue discutida por Carter y Gromiko en su reunión, que en principio estaba destinada a dar el empujón definitivo a las negociaciones sobre limitación de armas estratégicas, en curso desde 1972.

Propuesta soviética

El discurso pronunciado por Andrei Gromiko el viernes ante la Asamblea General de las Naciones Unidas contuvo, aparte de las críticas a Estados Unidos y a la «bomba de neutrones», una opinión optimista sobre el estado de las conversaciones SALT II y, lo que es más importante, una propuesta de Moscú para proseguir las conversaciones destinadas a conseguir una «reducción sustancial» de los arsenales atómicos de las dos superpotencias.

Funcionarios norteamericanos dijeron ayer que el discurso de Gromiko ante la ONU supuso la primera ocasión en que la URSS reconoce públicamente que el objetivo de las nuevas negociaciones, SALT III, debe ser la reducción de armas estratégicas.

Según esta interpretación, los soviéticos estarían dispuestos a iniciar una nueva ronda negociadora nada más firmarse el acuerdo discutido en las SALT II. Sin embargo, el escaso entusiasmo mostrado por Gromiko ayer sugiere la existencia de nuevos problemas en la consecución del primer acuerdo que los más optimistas dan como firmado para este verano.

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