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Dos guardias civiles y una mujer heridos por un comando de ETA en Galdácano

Las represalias que ETA militar anunciaba el viernes por la muerte de dos de sus militantes en Guernica no se han hecho esperar. En la madrugada de ayer, apenas media hora después de la medianoche, uno de sus comandos ametrallaba el cuartel de la Guardia Civil de Galdácano (Vizcaya), y hería de gravedad a dos números que salían en ese momento. A consecuencia del tiroteo establecido resultó también gravemente herida una joven que se asomó a la ventana de su casa para ver lo que ocurría en la calle.

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El herido más grave es el guardia civil Francisco López (veintiún años, casado, con dos hijos), que se encuentra en la unidad de reanimación del Hospital de Bilbao. Presenta dos orificios de bala con perforación del hígado, grave contusión del riñón, que ha tenido que serle extirpado y síndrome de contusión en la médula espinal.María Julia González (veintinueve años, soltera) sufre también dos impactos, uno en la región escapular izquierda y otro a la altura del cuello, que le ha producido fractura de la tercera vértebra dorsal. El guardia civil Manuel Veiga (veintiocho años, casado, con dos hijos) padece una herida de bala en el hemitórax derecho, de la que evoluciona favorablemente dentro de la gravedad.

El suceso, que ha sido reivindicado por ETA, ocurrió junto a la carretera general Bilbao-San Sebastián, a unos diez kilómetros de la capital vizcaína. Según la versión de la Guardia Civil, en el asalto tomaron parte dos comandos, uno de los cuales se acercó por la parte posterior del cuartel, después de cruzar el río Ibaizabal, y el otro se parapetó tras un árbol junto a la carretera. Los vecinos aseguran, sin embargo, que todos los disparos procedían desde este último punto.

Según estos últimos testimonios, el comando aprovechó una pequeña loma natural existente frente al cuartel. A las 0.25 horas de la madrugada abría fuego contra los dos guardias civiles de paisano que salían en ese momento. Los testigos afirman que, oyeron primero tres disparos aislados y luego varias ráfagas. Manuel Veiga quedó tendido, a la puerta del cuartel, mientras el otro guardia civil corría en dirección al pueblo, por la avenida del Ejército.

A unos treinta metros del cuartel caía abatido este segundo, Francisco López, que trató de pedir ayuda mientras quedaba reclinado sobre una barandilla. Un vecino que oyó sus gritos avisó al Ayuntamiento y a los pocos minutos una ambulancia se estacionaba junto al herido.

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En el momento en que se presentó la ambulancia se intensificó el tiroteo, sobre todo desde el cuartel, donde otros compañeros habían acudido en socorro de los heridos. En las casas existentes frente al cuartel se han contabilizado más de veinte impactos. Precisamente en este momento fue herida María Julia González.

El salvamento de los heridos se realizó en medio del tiroteo. Los autores del ametrallamiento se dieron finalmente a la fuga en dirección a Bilbao a bordo de un Seat 124 de color azul que les esperaba a un centenar de metros.

En el comunicado difundido por ETA para reivindicar los atentados contra los cuarteles de la Guardia Civil de Galdácano y Portugalete la organización señala, «nuestra firme decisión de incrementar más todavía la campaña armada ofensiva, hasta que los cuerpos represivos de la Guardia Civil, Policía Armada y Cuerpo General de Policía sean expulsados del territorio vasco» y atribuye la causa de origen de los atentados «a la política antivasca y antiobrera que el Estado español continúa ejerciendo sobre el pueblo vasco a través del seudo democrático Gobierno centralista».

ETA militar alude en su comunicado a la falta de amnistía, la ilegalidad de los partidos revolucionarios e independentistas de KAS, a la actuación de los cuerpos represivos y demás «policía paralela».

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