El presidente soviético viaja el jueves a Bonn
El jefe del Estado soviético, Leónidas Brejnev, viajará el próximo día 4 a Bonn, en visita oficial, invitado por el presidente, Walter Scheel, y el canciller de la República Federal le Alemania, Helmut Schmidt. La reducción de armas y tropas en Europa central y el estado de las relaciones comerciales entre los los países serán los temas fundamentales de las conversaciones durante los tres días que permanecerá en Bonn el primer dirigente soviético.Cinco años después, el presidente del Presidium de la URSS vuelve la República Federal de Alemania en un viaje retrasado por la enfermedad que sufrió Brejnev en el asado mes de diciembre. En esta ocasión, su interlocutor alemán ya o será Willy Brandt, y eso facilirá al dirigente soviético las reclamaciones sobre unos proyectos, principalmente económicos, que o se han cumplido. En las primeras horas de estancia en Bonn visitará el Parlamento, donde conversará con los jefes de los principales partidos políticos, incluidos los líderes de la oposición, Kohl y Strauss.
La visita ha sido preparada les de Moscú con una palpable propaganda a favor de los alemanes del Oeste. Los medios de infomación han olvidado en el curso de as últimas semanas el paro, la falta le derechos humanos, el terrorismo «que asola» la República Federal, y nos muestran, a través de os informativos de la televisión y as noticias de los periódicos, el desarrollo industrial, la entrañable vida familiar y las bellezas naturales «de un país que avanza».
Durante tres días Brejnev y Schmidt puntualizarán sus objetivos en torno al desarrollo de las conversaciones de Viena, la reducción de armas y tropas en Europa central y la próxima Conferencia de Cooperación y Seguridad que se celebrará en Madrid. El diálogo puede convertirse en monólogo cuando el político soviético se refiera a la bomba de neutrones, tema en el que la República Federal ha decidido esperar a que Estados Unidos decida sobre su fabricación. En caso de que Washington diga si, ya se sabe que Alemania Federal tiene acotado el lugar donde se podrán almacenar las nuevas armas.
No se esperan avances en los temas de colaboración cultural científica y técnica, cuyos acuerdos están sin firmar por exigir el Gobierno de Bonn que de las ventajas se aproveche también el Berlín occidental, postura que desde hace años rechazan los soviéticos. Tampoco parece probable que el deseo de Moscú para un incremento en el desarrollo de las relaciones entre las dos Alemanias se vea coronado por el éxito. Y un último tema de fricción, el de los ciudadanos soviéticos de origen alemán que desean abandonar la URSS y cuya cifra actual de salida de la Unión Soviética es de 10.000 al año, que el Gobierno de Bonn desea ver aumentado, volverá a quedarse en las buenas palabras de un comunicado final.
Si bien los problemas políticos ocuparán el tiempo principal de las conversaciones, el viaje de Brejnev tiene un fin más pragmático, el del desarrollo de las relaciones económicas. La República Federal de Alemania es el primer país en la lista de clientes de la URSS, muy por encima de Estados Unidos.
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