El Movimiento al Socialismo, un precedente eurocomunista en Venezuela
Con un número de militantes aledaño a la cifra de 40.000, el Movimiento al Socialismo, cuyo secretario general es Pompeyo Márquez, obtuvo en las elecciones generales de 1973 más de 234.000 votos, globalmente el 5,2% de los sufragios emitidos. Escisión del Partido Comunista venezolano de inspiración pro soviética, el MAS se configuró alrededor de Petkoff, el propio Márquez, Freddy Muñoz y Eloy Torres, en diciembre de 1970, pasando a formarse como partido plenamente constituido en enero del año siguiente.Petkoff, con un pasado repleto de actividades políticas, guerrilleras -estuvo tres años en la cárcel, protagonizó varias fugas- y parlamentarias, se hizo mundialmente célebre por su libro Checoslovaquia, el socialismo como problema, cuando en el curso del XXIV Congreso del PC de la Unión Soviética, Leónidas Brejnev lo incluyó entre los desertores del socialismo, junto a Roger Garaudy, el grupo de Il Manifesto y el austríaco Fisher. Posteriormente ha editado varios títulos más, entre ellos, el más reciente ha sido Proceso a la izquierda. Considerado precursor de algunos de los enunciados que hoy ha asumido el eurocomunismo, Petkoff es una de las figuras políticas más relevantes de Venezuela.
EL PAÍS: ¿Cuál es la situación política venezolana a escasos meses ya de las elecciones generales y cuál es la actitud y el plan de su partido, el MAS, ante ellas?
Teodoro Petkoff: Venezuela es un país marcado por un hecho de enorme importancia, que consiste en el colosal ingreso en las arcas estatales de los beneficios obtenidos del petróleo, pulmón de la economía del país. Desde hace cuatro años, su volumen nacional supera los 11.000 millones de dólares, cifra que brindaría enormes perspectivas de riqueza global para Venezuela, si bien hoy estas expectativas no están satisfechas para el conjunto de la población. La Acción Democrática de Carlos Andrés Pérez, el partido y el líder gubernamentales, han demostrado su ineptitud para lograr que esta riqueza revierta a todos.
Sin embargo, en una primera etapa, Carlos Andrés Pérez y su partido protagonizaron un experimento reformista que nuestro partido apoyó, aunque fueron ellos mismos quienes lo truncaron para darpaso a una etapa desrrollista, tecnocrática y vinculada a los grandes intereses de las grandes compañías transnacionales. Este giro del reformismo al desarrollismo causó una gran decepción entre los venezolanos, si bien hay que tener en cuenta que un EStado que cuenta con recursos tan gigantescos como el venezolano posee un enorme poder del que se aprovechan sus partidos gubernamentales. La Acción Democrática conserva un gran ascendiente popular, aunque es seguro que perderá una parte de él en las próximas elecciones.
En cuanto al MAS, es una fuerza de oposición racional que se esfuerza por comunicrse realmente con el país. Piensa dar solución, ofrecerla, a cada uno de los problemas planteados en el país.
EL PAÍS: Dentro del programa electoral de su partido, ¿cuáles son las líneas generales?
T. P.: A grandes rasgos, el programa del MAS formula el deseo y la firme voluntad de ensanchar y profundizar la democracia venezolana y sus instituciones, todavía imperfectas, para ponerlas plenamente al servicio de los ciudadanos. Respecto a la economía, nuestro partido postula una transformación de la estructura económica que no quede en mera estatalización, ya que todos los sectores económicos claves venezolanos ya lo están. El nuestro es un proyecto socialista autogestionario, cuyo objetivo consistiría en la socialización de las grandes empresas venezolanas y en situar en manos de los trabajadores las decisiones y el control sobre el curso económico que sigan.
En relación al tema del petróleo, Venezuela arrastra una situación que arranca de cuando la propiedad de la industria pasó a la esfera estatal. Si bien las grandes empresas petrolíferas transnacionales Shell, Standard Oil Exxon y otrs dejaron de poseer la propiedad desde entonces, hoy, por la vía del mercadeo, obtienen jugosos beneficios, incluso superiores a los que lograban cuando eran propietaris. Además, los consiguen sin riesgo alguno. Por ello, el MAS preconiza la revisión de los contratos de tecnología y mercadeo.
En cuanto a los yacimientos petrolíferos de la faja del Orinoco -uno de los más ricos del mundo occidental- por tratarse de un tipo especial de petróleo, pesado, se requiere una tecnología refinera también especial. Sin embargo, con la coartada de lo costoso de esta tecnología, se cocinan acuerdos con las multinacionales que pueden dañar los intereses venezolanos, por lo cual postulamos que este petróleo sea tratado con tecnología propia, de tal modo que la petroquímica nacional, que ha tenido incluso que recurrir a las importaciones de materias primas, pueda desarrollarse de modo autónomo con este y otros estímulos.
Otra parte muy importante de su programa la encauza el Movimiento al Socialismo hacia los sectores marginales venezolanos, más de dos millones de personas. La marginalidad constituye un problema estructural con una enorme secuela de efectos como el desempleo, la carencia de viviendas, de servicios indispensables para la vida, de explotación acentuada y de otros efectos que causan, a su vez, un elevadísimo grado de inadaptación, delincuencia y miseria crecientes. Ante ello, el MAS propone una serie de programas sobre una política de empleo que suponga planes de emergencia que reabsorban mano de obra marginal para ponerlos en marcha y remodelar las ciudades y barrios, así como planes de urgencia referidos también a la salud y a la educación, extensibles también al sector agrícola, donde aún subsisten campesinos casi feudatarios. En este área postulamos la dotación de tierras a los campesinos, la agilización de créditos, el fin de los latifundios y el desarrollo de la pequeña propiedad agrícola, actualmente copada por los. grandes complejos agro-industriales que dominan la vida agrícola del país.
EL PAÍS: ¿Cuáles son los postulados de su partido en cuanto a la política exterior?
T. P.: Preconizamos una política de no alineamiento, que permita a Venezuela mantener autonomía respecto a los centros mundiales de poder y desarrollar su vocación latinoamericana, hacia el Caribe y hacia todo el surcontinente. Asimismo, el MAS expresa su solidaridad con todos los combatientes anti-imperialistas y anti-capitalistas de todo el mundo.
La tercera fuerza del país
El MAS, con nueve diputados y dos senadores, ha reafirmado su voluntad de mantenerse como a tercera fuerza nacional, como las elecciones anteriores demostraron. Se define como revolucionario y socialista -no de la II Internacional, dice Petkoff, ni de ninguna otra- y también marxista, aunque no sea ésta su calificación programática oficial. Mantiene relaciones de amistad con el PCE y el PC italiano y no mantiene relación alguna con el PCF ni con el partido del señor Mitterrand ni otros grupos socialistas europeos.
«Nuestra vía -concluye Petkoff- es un camino nuevo al socialismo cuyo origen se sitúa en el deseo y la voluntad de rescatar el contenido libertario y democrático del socialismo y de la democratización en el seno del partido. Nosotros, cuando nos escindimos del PC de Venezuela, no nos enfrentamos a la concepción leninista sino a la concepción de que ésta estaba ya fijada desde 1903. No nos consideramos precursores del eurocomunismo, pues de Europa nos separan muchos kilómetros de Atlántico y muchos siglos de cultura. Únicamente -dice Petkoff- existen ciertas analogías entre nosotros, nuestros análisis y algunos análisis eurocomunistas, a partir del estudio de una realidad específica como la venezolana. En este terreno hemos llegado a algunas conclusiones comunes.
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