Madrid, sede de la Conferencia de Seguridad si antes no ingresa en la OTAN

Si España ingresa en la OTAN antes de 1980 es posible que no se celebre en Madrid la Conferencia de la Seguridad Europea, prevista para ese año, al faltarle el apoyo de la Unión Soviética. Esta postura se desprende de las declaraciones efectuadas ayer en rueda de prensa, en Moscú, por el jefe de la delegación soviética en la Conferencia de Belgrado, Yuri Vorontsov. «La URSS ha propuesto en Belgrado cerrar la admisión de nuevos miembros a los bloques militares europeos. De aquí se puede deducir -afirmó- cuál sería la postura soviética si España ingresase en la OTAN.»

Vorontsov, que ha sido nombrado embajador en la India, no cree en la posibilidad de que la conferencia de Madrid se celebre a nivel de ministros de Asuntos Exteriores. «Aunque todavía es pronto para dar una información definitiva.» Por otra parte, si bien calificó de «positiva» la Conferencia de Belgrado, se mostró pesimista en cuanto a los resultados del próximo encuentro. «Si Occidente quiere revisar los principios afirmados en Helsinki -concretó- y mantiene su postura para la revisión, los acuerdos europeos seguirán desencantados tras la conferencia de Madrid.»Al referirse al tema de los derechos humanos, que no han sido recogidos en el documento final de Belgrado, consideró que «no hacía falta constatar las divergencias, sino lo positivo». Criticó la actitud norteamericana y de otros países de la OTAN en su campaña sobre los derechos humanos en la URSS, que utilizan la demagogia para distraer la atención europea ante el incremento del armamento en la OTAN y la posible fabricación de la bomba de neutrones.

Después de afirmar que la Unión Soviética está dispuesta a tratar la cuestión de los derechos humanos, «pues nada hay que ocultar en este sentido», atacó la situación interna de Estados Unidos, donde «se violan masivamente», e hizo especial referencia a los diez de Wilmington y a la cuestión indígena.

Expresó su confianza para la conferencia de Madrid, «ciudad sobre cuya candidatura -explicó- Moscú no tiene especiales reticencias», y en la necesidad de que los expertos europeos designados inicien, de cara a 1980, la preparación de los proyectos sobre seguridad, colaboración económica y preservación del medio ambiente.

En el transcurso de la conferencia de prensa celebrada en el nuevo edificio de la agencia Tass, el redactor de Pravda sufrió un «despiste linguae» al confundir, en una de sus preguntas, el nombre de Leónidas Brejnev con el de Kruschev, incidente que provocó las risas de los periodistas.