Juan G. Atienza presenta su libro "Los supervivientes de la Atlántida"

La importancia de los mitos culturales como símbolos cifrados de una historia real que se remonta a los orígenes de la vida, ha sido rechazada hasta hoy por una corriente historicista racionalista. Esta es, sin embargo, en lo esencial la tesis del libro Los supervivientes de la Atlántida, presentado ayer por el historiador Juan G. Atienza.«Me ha llevado varios años la investigación que he realizado y que me da pie a pensar que en nuestra civilización existen vestigios inequívocos, aunque hasta ahora no interpretados, de una antigua civilización que llamamos la Atlántida y de la que estas huellas serían los únicos supervivientes.»

La oscura tradición oral que existe en las localidades de Noya, en Galicia, en la antigua Noega (hoy Gijón) o en la playa santanderina de Noja, y que sostiene que en sus proximidades se posó el Arca de Noé tras el diluvio tiene una base lógica, en opinión de Juan G. Atienza, cuando se comprueba que se levantan precisamente en estas zonas dólmenes y cavernas-santuarios.

«Los monumentos megalíticos tienen un significado simbólico que ha sido soslayado por la mayoría de los arqueólogos e historiadores -prosigue el autor- precisamente en función de esa interpretación de la historia en el marco del dogma eclesiástico. Lo cierto es que no son simples monumentos funerarios, sino que tienen un significado religioso. Es decir, que son muchas las personas que a lo largo de los siglos se hicieron enterrar en ellos, probablemente porque eran lugares sagrados que tenían que ver con su futura salvación.»

Juan G. Atienza, historiador valenciano, ha realizado además una película sobre este tema titulada La brecha en el tiempo, que se estrenará próximamente.

Las leyendas celtas que hablan de la lucha entre dos razas enemigas, aunque surgidas de un mismo tronco son analizadas también en el texto. La relación de estas leyendas con algunas de las recogidas en España y que hablan de gentes malditas las jentillas que habitarían según la tradición simas y cavernas en el País Vasco español. «Vestigios de esta civilización se pueden encontrar a 150 kilómetros de la costa cantábrica, en las cuevas rupestres en cientos de monumentos y leyendas que expresan lo mismo en su lenguaje cifrado.»

La predilección de los caballeros Templarios por los monumentos megalíticos, su obsesión por esta cultura en torno a la cual se extendieron sus encomiendas, puede estar, en opinión de Juan G. Atienza, directamente relacionada con la esencia extraña e inexplicable de esta cultura prehistórica.

Nada explica la historia conocida respecto de muchos de los interrogantes planteados por el historiador valenciano en su libro, que incide nuevamente sobre el tema poderoso y fantasmal de la Atlántida. Los enigmas, y la dificultad de desentrañarlos con los escasos datos de que disponemos, colocan al profesor Atienza en una posición de enorme apertura ante todas las manifestaciones, racionales o no, de la cultura de los pueblos.