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Tribuna
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La izquierda va a ganar

Secretario de relaciones exteriores del PSOELas elecciones legislativas francesas, cuya primera vuelta tiene lugar hoy domingo, revisten extraordinaria importancia no sólo para Francia, sino para toda Europa. Para comprender el marco en que se va a celebrar el enfrentamiento democrático francés hay que remontarse a 1958, fecha en que el general De Gaulle toma el poder y abre un período constituyente que da lugar a la V República. Uno de los más decididos oponentes a la concepción que de la democracia tenía el general fue François Mitterrand, varias veces ministro de la IV República, que expuso su oposición en el libro El golpe de Estado permanente.

El «atado y bien atado» del sistema constitucional de la V República: elección directa del presidente de la República, limitaciones al parlamentarismo, ley electoral de sistema mayoritario, sirvió durante años al que fue su creador, pero comenzó a entrar en crisis con su sucesor Pompidou, y el tercer presidente de la V República, Giscard d'Estaing, no ha hecho más que prolongar su agonía con ideas como la sociedad liberal avanzada, que no han dado solución a los grandes problemas del país.

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La izquierda no comunista, primero dividida e incoherente, sufrió la sacudida de mayo del 68, cuyas lecciones comenzó a aprender a lo largo de la década de los setenta: formación del actual Partido Socialista, fruto de la unión de la antigua SFIO, los convencionales de Mitterrand y más tarde de parte del PSU (Rocard), hasta llegar a convertirse en el primer partido de Francia.

El Partido Comunista, la otra gran fuerza de la izquierda, ha evolucionado también y hoy se sitúa, aunque tímidamente, entre los eurocomunistas. Sin embargo, desde la segunda guerra su influencia electoral no se altera: poco más o menos el 20%.

En 1972 la firma del Programa Común del PS, PCF y los radicales de izquierda (Unión de la Izquierda) supuso el comienzo de una larga pero imparable marcha hacía el poder que, si se cumplen las previsiones, se culminará en estas elecciones. Las divisiones de la izquierda desde septiembre de 1977 (en realidad siempre fueron conflictivas desde el 72) hasta el punto de romperse las negociaciones de actualización del programa, no han hecho descender, según los sondeos, las simpatías del pueblo francés por la izquierda: más del 50% declara su intención de votar al PS, al PCF o a otros grupos menores de la izquierda.

Ello se debe sobre todo al desgaste y al desprestigio de veinte años ininterrumpidos de poder de la derecha, que no ha solucionado los grandes problemas del país.

Creemos que un Gobierno de izquierda en Francia dará satisfacción a las esperanzas que ha depositado el pueblo francés en el cambio.

El acceso al poder de la izquierda en el país vecino abrirá el camino a la vía democrática al socialismo en un país industrializado, con lo que el poder expansivo de su ejemplo en Europa, especialmente en la Europa mediterránea, creará expectativas optimistas para las fuerzas progresistas, haciendo creíbles las alternativas de izquierda entre otros, en nuestro país.

Qué duda cabe que la derecha ha agotado sus posibilidades de desarrollo de la democracia y que hay una búsqueda instintiva, unas veces, y consciente otras, de soluciones nuevas, renovadoras, que huyan del colectivismo burocrático de los países del Este como del capitalismo inhumano que hemos conocido hasta ahora en el Oeste.

El único recurso que ya utiliza la derecha francesa es el del catastrofismo: si la izquierda llega al poder será el caos. Como ha dicho Mendes France en su «rentrée» e incluso el sesudo Le Monde, el peligro de caos estará en la derecha actual.

La izquierda va a ganar en Francia. Estoy convencido que el PCF cederá en su intransigencia entre la primera y segunda vuelta y aceptará los desistimientos. Estoy convencido que la izquierda sabrá dosificar prudencia y osadía en su programa de transformación democrática de Francia.

Sólo tengo una duda: ¿la derecha francesa e internacional sabrán aceptar democráticamente la alternancia y respetarán los resultados de las elecciones?

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