Principio de acuerdo en el "cuerno de África"

Después de que la Unión Soviética informara al Gobierno norteamericano que se producirá una «sustancial reducción» de las tropas cubanas en Etiopía si las fuerzas somalíes regresan tras sus fronteras y cesa la lucha en el desierto del Ogaden, en Washington se respiraba ayer un cierto optimismo sobre la situación en el «cuerno de África».

Un alto funcionario del Departamento de Estado, que no quiso ser identificado, anunció ayer a los periodistas que «se han hecho progresos» en los últimos días. El funcionario reveló que el embajador soviético en Washington, Anatoly Drobinin, estaba en contacto permanente con Cyrus Vance y había comunicado a éste la posible retirada de los cubanos si cesaban las hostilidades en la estratégica zona.El presidente Carter dijo el pasado jueves que «tan pronto como las fuerzas somalíes se hayan retirado completamente y las tropas etíopes hayan restablecido el control sobre su territorio, la retirada de soviéticos y cubanos debería producirse». El espionaje norteamericano cifra en 11.000 el número de soldados cubanos y en unos mil el de asesores militares y técnicos soviéticos que ayudan a Etiopía en la guerra del Ogaden.

Además, la Unión Soviética y Estados Unidos parecen haberse puesto de acuerdo en las líneas generales de un sistema de garantías de paz para la zona, en el que se incluiría la presencia de observadores neutrales, destinados fundamentalmente a impedir que los etíopes tomen algún tipo de represalias contra la población étnica somalí que habita en el Ogaden.

Según se informó ayer, Washington ha realizado gestiones con Nigeria durante las pasadas semanas, para ver las posibilidades de que la Organización para la Unidad Africana (OUA) medie en el conflicto y ayude a conseguir una paz estable.

Exigencias etíopes

Sin embargo, los duros comunicados sobre el conflicto emitidos por las embajadas de Etiopía en Roma y Londres, en los que se exigía a Somalia que reconozca como definitivas las actuales fronteras, pusieron un componente de incertidumbre en el futuro de la región, aunque parece evidente que los etíopes detendrán su avance en la raya fronteriza de Somalia y no invadirán este país, lo que podría causar una internacionalización del conflicto.Por otra parte, funcionarios norteamericanos expresaron sus dudas sobre la retirada de las fuerzas cubanas de Etiopía y señalaron que la URSS no puede dar garantías en este sentido, aunque tenga una clara influencia sobre el régimen de La Habana. Los funcionarios recordaron que una promesa similar se hizo después de la victoria del MPLA en Angola y que hasta el momento no ha descendido el número de tropas y técnicos cubanos en este país.

Estados Unidos y la Unión Soviética parecen ahora disputarse la atención de Somalia. Los rusos habrían ofrecido garantías de paz en la zona a cambio de volver a poder utilizar bases navales en Somalia, mientras que Washington daría similares garantías de paz, junto con la venta de armamento «defensivo», a condición de que las tropas invasoras somalíes se retiren del Ogaden y que Somalia no entre en la órbita de influencia soviética. Todos los indicios existentes hasta el momento apuntan hacia una aceptación por Somalia de la oferta norteamericana.