El PCI, molesto por las divergencias del programa común
Los comunistas italianos no han ocultado su enfado por las divergencias de Marchais con Mitterrand. Su actitud sumamente prudente se explica porque no logran entender el desacuerdo francés sobre la actuación del programa común y sobre las nacionalizaciones. Por eso, los líderes comunistas han evitado hacer declaraciones, acaso para evitar críticas a sus correligionarios franceses. Los dos partidos, aunque coincidan en la estrategia del eurocomunismo, se comportan diversamente y hablan lenguajes diversos.
Para el diario radical socialista La Repubblica, Georges Marcháis es « el aspecto más sugestivo de la campana electoral francesa», es el «proletariado que fascina a Francia». El periódico añade: «Su mímica, cada vez más estudiada, divierte y atemoriza. Su lenguaje, en absoluto sofisticado, llama la atención en un país cada vez más gobernado por tecnócratas. Es una síntesis entre la imponencia popularista de Thorez y el astuto buen sentido de Waldeck-Rochet.»
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