Andreotti confirmará a la mayor parte de los ministros anteriores

Giulio Andreotti, encargado por el presidente de la República, Giovanni Leone, hace mes y medio de formar Gobierno, trató ayer con las delegaciones de los partidos constitucionales que lo apoyan sobre la «estructura objetiva» del nuevo Gobierno.

Hoy o mañana confeccionará la lista del nuevo Gabinete, que el sábado o el domingo próximos presentará al presidente de la República.

En la reunión de anteayer con los secretarios de los partidos no se tocó explícitamente el problema de la fórmula de gobierno, pero se sabe que a la propuesta socialdemócrata de incluir ministros de partidos menores socialdemócratas o republicanos se oponen comunistas y socialistas.

La solución agradaría, sin embargo, a la derecha democristiana, a fin de «corresponsabilizar» a cuantos más en una mayoría en la que, por primera vez, participarán los comunistas.

En ciertos círculos se da casi por seguro que Andreotti formará un Gobierno monocolor de democristianos, y confirmará en sus carteras a la mayor parte de los ministros del anterior Gobierno. Andreotti tendrá que contentar a los parlamentarios de su partido, que le piden la mayor parte de las subsecretarías, con el objeto de controlar mejor la posible presión comunista.

A esta misma derecha dernocristiana, que ha aceptado de mala gana la fórmula de cooperación con los comunistas en una «mayoría programática parlamentaria», le hace el juego la negativa de los liberales y su paso a «oposición constitucional» constructiva.

Los liberales serán la oposición

La mayoría sobre la que formará su Gobierno Andreotti puede contar con 575 de los diputados. Los liberales son cinco, y el resto de la oposición le vendrá de grupos menores: de los neofascistas, democracia proletaria y radicales. Políticamente, sin embargo, los liberales, que en 1963 tenían 39 diputados y 2.144.000 electores, podrán arrastrar tras de si una oposición moderada, anticomunista por principio.Los liberales no creen suficiente, para solucionar la grave crisis del país, ni la mayoría formada, ni el programa, ni creen que partidos tan divergentes y antagonistas como el comunista y la Democracia Cristiana puedan gobernar con pulso seguro.

Andreotti está meditando todavía sobre el programa, cuyo texto definitivo se conocerá después que se concluyan hoy las reuniones de las direcciones de los partidos republicano, socialdemócrata y democristiano. En la reunión cumbre de anteayer volvió a ponerlo sobre el tapete el líder republicano Ugo La Malfa, para quien no es posible un riguroso programa de austeridad sin el apoyo sindical. En los sindicatos, sin embargo, ha vuelto a soplar viento de tempestad. La central CISL, democristiana, y la UIL, socialista, acusan a la CGIL, comunista, de ir a remolque del Partido Comunista y de sacrificar a su estrategia los intereses de los trabajadores.