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Fernando Zóbel: "Debe acabar la incertidumbre laboral del artista"

Entrevista con el fundador del Museo Abstracto de Cuenca

Fernando Zóbel expone en la galería Rayuela de Madrid una colección sorprendente de acuarelas. Es la primera vez que Zóbel, que en su historia cultural no sólo cuenta con exposiciones sino con la responsabilidad de la fundación de Museo de Arte Abstracto de Cuenca, muestra por primera vez en España sus creaciones en acuarela.

Con una maestría que él disimula con buen humor, ha impedido que ante su obra acuarelística se siga manteniendo la misma asociación que es típica en otras exposiciones de acuarelas. La acuarela, dice Zóbel, «ha conservado siempre cierto sabor a esa época en que una señorita aprendía a tocar el piano o a pintar acuarelas. Había un fondo de aburrimiento porque esta es una técnica que se puede parecer a la flauta dulce: es muy fácil tocarla mal y muy dificil tocarla bien».La presencia de Fernando Zóbel en Madrid es una ocasión para reflexionar sobre las circunstancias en que se creó el Museo de Arte Abstracto de Cuenca y sobre las circunstancias actuales del artista español. «Cuando se inició el museo, hace quince años, no existía en España interés por la obra gráfica. No había forma de que alguien se llevara algo sobre papel. Los pintores jóvenes de aquella generación eran conocidos por un grupo muy minoritario. Diez años más tarde en España hay muchas colecciones públicas que incluyen obras de estos artistas. La obra gráfica ha inundado y creo que en ese cambio de actitud del público ha cumplido un gran papel el Museo de Arte Abstracto de Cuenca.»

En cuanto al momento actual de¡ arte español, Fernando Zóbel no comparte el pesimismo que se respira. «Hace quince años parecía demencial que se nombrara a alguien director de un centro que se dedicara a investigar nuevas formas expresivas. Ahora al menos se ha sentido la necesidad de que existiera ese puesto. »

En el cambio de ambiente que se ha operado con respecto al arte en España, Fernando Zóbel no cree que la evolución haya obedecido exclusivamente a razones políticas. «La presión de los artistas y de las galerías también ha influido en la imposición de un arte cuyo reconocimiento era inevitable porque existía y porque tenía calidad.»

Fernando Zóbel se muestra excéptico ante los apoyos oficiales como método terapéutico del arte. Existe una legislación que obliga a los constructores a colocar obras de arte en los edificios. «No sé si se cumple o no esa legislación. Con relación a otros apoyos, yo me preguntaría si en los países donde se ha apoyado oficialmente el arte, este ha respondido con excelencia a ese apoyo. En Francia, por ejemplo, la época expresionista floreció sin apoyo oficial al arte. En cambio, está clarísimo que es una época de relativa pobreza artística, el Gobierno sí ha apoyado al arte y la repercusión ha sido nula. La gran época de¡ arte norteamericano surgió sin apoyo oficial. No se trata de que yo esté a favor o en contra de esas ayudas al arte. Lo que quiero decir es que el arte no es bueno o malo porque cuente con menor o mayor ayuda de las instituciones oficiales. »

Hay dos formas de ayudar a un artista, dice Zóbel: comprando su obra y cooperando con él para que viva dignamente. «Oficialmente, todo es buena intención, más que hechos. El artista no sólo se halla desamparado económicamente sino que las entidades que debieran hacerlo no se preocupan por resolverle sus problemas laborales.»

La gran creación de Fernando Zóbel, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca, se mantiene sin ningún altibajo. Al revés: la colección se amplía y ahora se ha iniciado una obra complementaria que hará más grande este centro. No podrá llegarse nunca a hacerse de él un museo en el que sea posible la participación del público, porque ese es un ideal que puede realizarse en otras ciudades de mayor envergadura de espacio y de población. «La tarea de hacer comunicar el arte con el público debe ser de ese organismo de investigación de nuevas formas expresivas del que acaba de dimitir Fernández Alba y que yo espero que no desaparezca, al menos como idea, a raíz de la decisión de¡ que ha sido su titular hasta ahora. »

Babelia

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