Las feministas convocan una jornada de lucha

Bajo el lema «Un puesto de trabajo para cada mujer, sin discriminación», la Plataforma de organizaciones feministas de Madrid ha convocado una jornada de lucha para el día 8 de marzo, fecha feminista internacional.El motivo de la convocatoria es resaltar el significado de esta fecha, que no ha sido asumida por el movimiento obrero, y que, según representantes de la plataforma, debería ser para la mujer trabajadora algo tan importante como es el 1 de mayo para los obreros.

El día 8 de marzo fue declarado fecha feminista internacional en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague, en 1910, a petición de Clara Zetkin para conmemorar la muerte de 129 obreras que dos años antes ocuparon una fábrica de Detroit (porque no se atendían sus reivindicaciones y murieron en ella).

La jornada de lucha, que cuenta con el apoyo de las sindicales obreras, consistirá en la distribución de carteles, comics y manifiestos con los que se pretende hacer llegar a las amas de casa y a las trabajadoras el contenido de las reivindicaciones que plantea la plataforma.

Además se ha solicitado permiso para celebrar una manifestación que, en principio, se concentraría en Cuatro Caminos a las siete y media de la tarde.

Como introducción a la jornada, el día 5, a las once de la mañana, tendrá lugar en el Colegio de La Paloma (Francos Rodríguez, 114) un mítin en el que participarán los grupos feministas que forman parte de la plataforma.

Entre los puntos que integran el manifiesto que se repartirá por fábricas, mercados, etcétera, figuran los siguientes: a trabajo igual, igual salario; no al paro femenino, a los expedientes de crisis y a la reducción de plantillas que afecta, fundamentalmente, a la mujer; no a las leyes proteccionistas que discriminan a la mujer; acceso a la formación profesional; creación de servicios colectivos que faciliten la incorporación de la mujer al trabajo; ante la igualdad de cotización en la Seguridad Social, igualdad de prestaciones, y no a la coacción sexual que sufren las mujeres por parte de los jefes, capataces, etcétera.