Enfrentamiento armado en Larnaca entre un comando egipcio y la guardia nacional chipriota

Las relaciones egipcio-chipriotas al borde de la ruptura, quince soldados egipcios muertos y varios heridos y la captura de los dos secuestradores de un avión de Cyprus Airways fue el balance de la batalla que en la noche del domingo enfrentó en el aeropuerto de Larnaca, a un comando de asalto de Egipto con la guardia nacional chioriota. Un comando que quiso imitar la operación israelí de Entebbe para salvar a los dieciséis rehenes retenidos por dos palestinos y vengar la muerte del director del diario cairota Al Ahran; asesinado el sábado por los mismos fedayines.

El ministro de Estado para Asuntos Exteriores de Egipto, Boutros Ghali, llegó ayer a Chipre para entrevistarse con el presidente de la isla, Spiros Kiprianu, con el fin de dilucidar la crisis egipcio-chipriota que nació el pasado sábado con el asesinato del director del diario Al Ahram y consejero del presidente Sadat, Yussuf el SabeiEn la mañana del domingo el Gobierno egipcio decidió enviar un avión al aeropuerto de Larnaca, en Chipre, con supuestos mediadores y con el ministro de Información egipcio a bordo. El aparato «mediador», un Hércules C-130, transportaba, en realidad, un comando de asalto compuesto por cien soldados, que nada más parar el aparato en Larnaca salieron del mismo disparando con la intención de capturar el avión de Cyprus Airways, que se encontraba a pocos metros del Hércules, con los secuestradores y dieciséis rehenes a bordo.

La operación rescate fue un éxito indirecto. Al descender el comando egipcio, la guardia nacional chipriota inició un tiroteo contra ellos que duró cincuenta minutos. La guardia de Chipre estaba advertida contra el posible desembarco de un comando egipcio y tenía orden de impedir que nadie, por la fuerza, intentara liberar a los dieciséis rehenes de los palestinos.

Y fue en medio del tiroteo entre egipcios y chipriotas cuando los palestinos, asustados, decidieron entregarse sin causar mal alguno a los rehenes. La confusión permitió el final feliz de este absurdo combate celebrado a oscuras en el aeropuerto de Larnaca y que terminó con la rendición del comando palestino y del comando egipcio, este último después de que quince de sus hombres perdieran la vida y de que sufriera varias bajas por heridas.

Chipre acusa a Egipto

Inmediatamente después de este enfrentamiento Chipre acusó a Egipto de intervención militar en su territorio y denunció los hechos a la Secretaría General de la ONU. Por su parte, El Cairo intentaba convencer a la opinión pública que había contado con el permiso chipriota para la intervención de su comando, cosa que Egipto no ha podido demostrar.

La crisis parece ser que se soluciona por vía diplomática. Boutros Ghali, ministro de Estado, enviado del presidente Sadat, ha conseguido restablecer algo las relaciones con Chipre después de su entrevista con el presidente Kiprianu, quien finalmente accedió a que el comando egipcio, con sus heridos y muertos, pueda regresar a su país a bordo del mismo avión Hércules que lo transportó a Chipre. Sin embargo, el presidente chipriota se niega a conceder la extradición de los palestinos secuestradores, Samir Mohamed Jadar y Zayet Hussein al Alí, quienes, al parecer, pertenecen a un comando autónomo con base en Irak y que estuvieron apoyados por un tercer hombre en el asesinato del director de Al Arham, no identificado. Los palestinos serán juzgados en Chipre y acusados de secuestro y de asesinato de El Sabei.

En el balance de los acontecimientos hay que contar también con las heridas sufridas por seis chipriotas, un cámara de la televisión alemana y con graves desperfectos en varios aviones de la com pañía chipriota que estaban en el aeropuerto de Larnaca en el momento del tiroteo. El avión secues trado también sufrió desperfectos, pero sus dieciséis pasajeros y ex rehenes se encuentran en perfecto estado, después de su vuelo por el Mediterráneo, su vuelta forzada a Chipre el domingo por la tarde y después, también, de ser espectadores de excepción del tiroteo.