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Reserva del Polisario ante la ratificación del tratado de pesca

El régimen argelino no se ha pronunciado todavía sobre la decisión adoptada por el Congreso de Diputados españoles en el sentido de ratificar el acuerdo pesquero hispano-marroquí por una mayoría de 32 votos, pero es probable que pese a su voluntad de desdramatizar el contexto de las relaciones hispano-argelinas, se producirá un endurecimiento de sus posiciones, ya que, al igual que la oposición parlamentaria española, Argelia considera lo ocurrido el miércoles en Madrid como la ratificación del acuerdo tripartito.Ni Argelia ni el Frente Polisario han ratificado por el momento a la ratificación del acuerdo pesquero hispano-marroquí, aunque el movimiento independentista ya señaló que consideraría ese hecho como una declaración de guerra y procedería a nuevos ataques contra los pesqueros españoles que faenen en las aguas saharauis.

Este tema ocupará un lugar importante entre los que serán tratados públicamente por el Polisario el próximo día 27 con motivo del segundo aniversario de la proclamación de la República Arabe Saharaui Democrática, para el que se espera la llegada de numerosas delegaciones extranjeras. Recientemente uno de los dirigentes políticos del Frente Saharaui, Omar Hadrani, declaraba a EL PAIS que la izquierda española debía ir más allá de la simple acción parlamentaria en favor de la autodeterminación del pueblo saharaui y planteaba como interrogante saber si el PSOE y el PCE no se daban cuenta de que podría criticárseles el perpetuar la muerte de los saharauis.

Las intervenciones de los diputados socialistas Alfonso Guerra y Manuel Marín han sido recogidas positivamente por el Polisario, que no desea de modo alguno enajenarse el apoyo del PSOE, pero al propio tiempo se ha dado a entender que en el caso de que sean apresados otros tripulantes de pesqueros españoles, el movimiento independentista no volverá a liberarlos sin una negociación cerrada en la que no tendrá influencia las relaciones con los partidos de la izquierda española. Para Argelia son distintas las coordenadas de su acción futura, en la que se desliga claramente sus relaciones con el PSOE y el clima de frialdad de las que conciernen a los dos Gobiernos. En ese último terreno se mantendrá la «congelación» con el palacio de Santa Cruz, en espera de los buenos oficios del presidente Suárez, el cual podría recibir brevemente a un emisario argelino.

Los argelinos no pueden hacer abstracciones, teóricamente, de que la ratificación del acuerdo pesquero con Rabat no se ha producido por decreto-ley, sino al término de un amplio debate parlamentario en el que los diputados dispusieron de los elementos del problema antes de proceder a la votación secreta. Criticar el procedimiento no daría prestigio a este país, ya que esa actitud se podría enmarcar sin ánimo de diatriba, dentro de la original tesis que no ha dejado de plantear Argelia y que se limita a señalar «con Franco no nos hubiera ocurrido nada de esto».

Mientras tanto, el Frente Polisario ha informado de otra serie de ataques contra las posiciones marroquíes en el Sahara occidental, los días 7 y 8 de febrero, con un saldo de cerca de un centenar de bajas en el bando enemigo.

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