Sadat se entrevistó en Salzburgo y con el líder de la oposicion israelí

El presidente egipcio, Anuar el Sadat, llegó ayer a Bucarest, donde inició conversaciones con el presidente rumano, Nicolae Ceaucescu. Previamente a esta visita, Sadat se entrevistó en Salzburgo con el canciller austríaco, Bruno Kreisky, y el líder laborista y de la oposición israelí, Shimo Peres. Sadat se traslada hoy a París para entrevistarse con el presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, y el lunes concluye en Roma su periplo por ocho países en los que ha buscado adhesiones para sus iniciativas de paz en Oriente Próximo.Al final de sus conversaciones con Kreisky y Peres, Sadat admitió que era probable que invitase al primer ministro israelí, Menahem Begin, a dialogar con él en El Cairo, una vez que se hayan superado las diferencias existentes entre las dos partes. Esta nueva entrevista depende, según el presidente egipcio, del resultado de la misión mediadora iniciada en Oriente Próximo por Alfred Atherton, secretario adjunto del Departamento de Estado norteamericano.

Con relación a este tema, en los medios políticos italianos se afirma que el nuevo encuentro Sadat-Begin podría tener lugar, no obstante, en la capital norteamericana en presencia del presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, y que hasta entonces no habrá novedades importantes en el proceso negociador entre ambos Estados, que se encuentra en dificultades a raíz de las diferencias existentes sobre la política de colonización judía en el Sinaí y la cuestión palestina.

La entrevista mantenida en Salzburgo, gracias a la mediación del canciller austríaco, entre Sadat y el líder de la oposición isralí ha sido seguida con interés en Jerusalén, aunque se le quiere restar importancia.

Los observadores políticos israelíes consideran que supone un intento más del presidente egipcio para doblegar la política israelí, pero afirman que a ese encuentro se le ha dado una importancia exagerada.

Sadat y Peres continuarán su diálogo en la capital egipcia, diálogo que el presidente egipcio sitúa al mismo nivel que el mantenido con representantes de la comunidad judía norteamericana y que no considera como una negociación.