Se recrudece la guerra de Ogaden, con avances etíopes en varios frentes
Tras la confirmación de que armas israelíes están ayudando al régimen etíope a ganar la decisiva batalla del desierto de Ogaden, según ha reconocido por vez primera el ministro de Asuntos Exteriores, Moshe Dayan, la masiva ofensiva aérea y artillera desencadenada por las fuerzas etíopes contra los guerrilleros somalíes parece estar al borde de conseguir sus objetivos, según todas las informaciones que llegan a Londres. El Departamento de Estado norteamericano, por su parte, ha abandonado su actitud oficial aparentemente pasiva y ayer confirmó que un destructor y dos fragatas de la VI Flota navegan hacia el mar Rojo.
Radio Addis-Abeba, sintonizada en la capital británica, informaba de madrugada que sus tropas están aplastando la resistencia somalí en Ogaden. Simultáneamente, un jefe del Frente de Liberación de Somalia Occidental (FLSO) reconocía que sus fuerzas están de retirada hacia la estratégica ciudad de Harrar, debido a los ininterrumpidos bombardeos de la aviación etíope, cuyos aparatos están tripulados, según el FLSO, por pilotos soviéticos y cubanos. El hecho de que las operaciones aéreas de los Mig-21 y 23 se realicen también de noche hace pensar en Londres que sus tripulaciones puedan no ser etíopes, dado el entrenamiento sofisticado que se requiere para ello.En su primera referencia a la gran ofensiva etíope, Radio Mogadiscio, sintonizada aquí, dijo que centenares de carros de combate enemigos ensayaban un movimiento de tenaza entre las ciudades norteñas de Diré Dawa y Harrar. Aunque sin hacer referencia directa a la posibilidad de una invasión etíope del norte de Somalia, destinada a dividir este país por el puerto de Berbera, el representante de Mogadiscio en la ONU recalcó ayer a Kurt Waldheim la «gravedad de la situación» en el «cuerno de Africa» y anunció una declaración oficial de su Gobierno en las próximas veinticuatro horas so bre las medidas que adoptará Somalia, en donde la movilización general se considera inminente.
El presidente Siad Barre ha renovado su petición urgente de armamento a las potencias occidentales.
Informaciones procedentes de Washington sugieren que Carter podría reconsiderar ahora su decisión de no facilitar armas a So malia, como acordó con los Gobiernos británico, francés, alemán e italiano. El contrapeso de la balanza serían las alegaciones sobre intervención de pilotos soviéticos y cubanos en el Ogaden (que hace sólo seis meses estaba ocupado en más del 90% de su extensión por el Frente de Liberación de Somalia Occidental) y la creciente presión de Ara bia Saudita, cuyo régimen ya está ayudando militarmente al presidente Siad Barre a través de Egipto. El Cairo ha suministrado armas a Somalia por valor de treinta millones de dólares y Sadat, como el presidente Numeyri, de Sudán, ha prometido enviar a Somalia una brigada blindada en caso de que la contraofensiva etíope no se detuviera
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