El Ministerio de Cultura inicia numerosos estudios e informes patrimoniales
«Una vez finalizada la fase en la que el objetivo primordial era estructurar el Ministerio, entramos en lo que venimos en llamar operación inventario, es decir, hacer un resumen y un balance de la cultura en España, desde todos los ámbitos posibles, el sociológico, las actividades específicas a potenciar y los distintos patrimonios. Los directores generales están rematando lo que podríamos llamar la fijación del hecho cultural, tanto en medios como en actividades», declaró el ministro de Cultura, en el transcurso de una amplia rueda de prensa que mantuvo en la tarde de ayer con los informadores.Y, efectivamente, el Ministerio de Cultura hizo un despliegue de actividades relacionadas con la sociología: encuestas, inventarios y un amplio etcétera encaminado a conocer -mediante datos- los bienes cuantificables y el talante de los ciudadanos que conforman nuestra sociedad. El director general del Patrimonio señaló el comienzo de un amplio inventario, enfocado desde un punto de vista pragmático, de los bienes artísticos y el mobiliario. Se marcó un plazo de un año para su total elaboración. Simultáneamente todas las delegaciones provinciales del Ministerio han elaborado un recuento de salas, locales, grupos y personalidades capaces de ser involucradas en la potenciación de las actividades culturales.
La Dirección General de Desarrollo Comunitario informó de una amplia encuesta -3.500 interrogados- que en el plazo de cuatro meses permitirá conocer con mayor exactitud los indicadores subjetivos de bienestar y los problemas e insatisfacciones que acucian al ciudadano español. El Instituto de la Juventud presentará en breve un informe dirigido por el profesor Linz en el que se tratan temas como los del empleo, tiempo libre, matrimonio, estudios, etcétera, todos ellos relacionados con la juventud. En el campo del libro se está ultimando una Guía de las bibliotecas españolas, en la que se recopilan todos los datos útiles del sector.
Pío Cabanillas, antes de entrar en el turno de preguntas, insistió en la necesidad de sensibilizar aún más al Estado, en lo cultural, desarrollar una serie de decretos de índole fiscal para que el sector privado coadyuve a la difusión y potenciación cultural y reafirmar la convicción de que todo ciudadano tiene derecho a la cultura.
En el terreno de las preguntas, el propio ministro de Cultura declaró que su Ministerio no había decidido pasar a la autoridad judicial, por si hubiera delito, el diario El Alcázar del pasado lunes, en el que se acusaba a los marxistas de haber provocado el incendio de la iglesia de la Merced, acusación que se demostró ya, cuando menos, de falsa. El señor ministro, señaló que cualquier ciudadano que se considerara marxista podría acogerse a las leyes actuales y querellarse contra el vespertino, pero que el Ministerio procuraba respetar la libertad de expresión.
El señor Arias Salgado, director general de RTVE, fue probablemente uno de los centros de mayor interés por parte de los informadores. Destacó la seria preocupación que existía en su Dirección General ante la posibilidad de que dimitieran del Consejo Rector de RTVE los representantes de los partidos minoritarios, y más concretamente del PSOE y del PCE (el PSOE anunció anoche que no asistiría a más reuniones del Consejo Rector hasta que no se replantearan las funciones del mismo), insistió en la conveniencia de que se comenzara a trabajar en el anteproyecto de estatuto para RTVE, y aludió en numerosas ocasiones al futuro estatuto para responder a las preguntas de libertad de empresas televisivas, emisoras de radio, etcétera. Pío Cabanillas señaló sobre el «caso Boadellas» que en su opinión había que respetar las legislaciones vigentes, al menos mientras no se consiguiera la deseada unificación de jurisdicciones y códigos, y eludió cualquier comentario comprometido sobre el tema, salvo el de insistir que la libertad de expresión no debe suponer incumplir lo establecido.
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