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La Democracia Cristiana italiana estudia un Gobierno con socialdemócratas y republicanos

El proyecto de un Gobierno de los democristianos con los socialdemócratas y los republicanos está siendo estudiado por parte de la Democracia Cristiana, según declaró su secretario, Benigno Zaccagnini, en una entrevista periodística. Al mismo tiempo, el vicesecretario Giovanni Gallioni ha insistido, en una entrevista televisiva, que es necesario renegociar el acuerdo de los seis de julio pasado, revisarlo, ponerlo al día e integrarlo.

En ambos casos, socialistas y comunistas, sin contar con ministros en el Gobierno, formarían parte de una mayoría parlamentaria apoyando al Gobierno desde fuera. Zacciagnini ha añadido: «Los comunistas saben muy bien cuál es el límite de los equilibrios políticos posibles hoy en Italia.»Los comunistas, en realidad, siguen insistiendo en la formación de un Gobierno de unidad democrática, o de salud pública. Los viejos líderes del partido quisieran volver a la oposición a fin de no pagar demasiado cara la política de «amplias alianzas a largo plazo» que sigue el secretario Enrico Berlinguer. Hombres moderados como Giorgio Amendola objetan que un choque con la Democracia Cristiana no serviría más que para agravar la situación del país. El presidente del partido, Luigi Longo, interpreta como una prueba de responsabilidad y no como una ingenuidad la política comunista de colaborar con el acuerdo de los seis.

El presidente del Gobierno, Giulio Andreotti, conoce muy bien esta situación y tuvo mucho cuidado en su reciente conferencia de prensa de fin de año de no irritar a los comunistas, reconociendo su peso y papel determinante. Lo más probable es que Andreotti se suceda a sí mismo remodelando su Gabinete con técnicos del agrado de la izquierda. No dimitirá si no se lo pide explícitamente el Parlamento. Una huelga general con que le amenazan los sindicatos tampoco le impresiona, y terminaría por significar únicamente la pérdida de un día de producción. Los sindicatos, que el día 5 tendrán que fijar la fecha de la huelga entre el 10 y el 18 de este mes, se muestran inseguros y divididos.

Se anuncia, pues, un mes de intensas conversaciones y citas de técnicos, secretarios y subsecretarios, directivas y asambleas de partidos y parlamentarios, antes de que se concreten nuevas alianzas políticas.

Los problemas reales del país han sido indicados por el presidente de la República, Giovanni Leone, en un discurso de fin de año, en cinco exigencias fundamentales: 1. Crear nuevos cuadros bien preparados para asegurar mayor eficacia a la Administración. 2. Combatir la llamada jungla de los sueldos a través del papel «esencial» de los sindicatos. 3. Sistema fiscal más justo. 4. Mayor funcionalidad entre escuela y mundo de la producción para dar trabajo a los jóvenes. 5. Una justicia que funcione con instrumentos legislativos renovados.

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