"Volem l´Estatut", libro colectivo valenciano

Editorial Prometeo, fundada por Blasco Ibáñez, ha lanzado las primeras novedades de su nueva etapa de promoción de un fondo editorial enraizado en la cultura valenciana. El libro colectivo Volem l´Estatut y la novela Dublin Mosaikon, del premiado escritor, Pedro J. de la Pena, son las primeras novedades difundidas estas fechas.

El ensayo estatutario lo prologa el profesor Manuel Broseta, que expresa su voluntad de desdramatizar las polémicas de la política valenciana, para evocar la unidad de la oposición franquista. Los tres autores han realizado un trabajo conjunto en el marco de la cátedra de Derecho Político en donde imparten la enseñanza. También colectivamente han elaborado los doce capítulos del libro. Los temas abordados van desde la razón histórica de la autonomía valenciana y estudio jurídico del estatuto hasta el análisis del federalismo y regionalismo.EL PAÍS: El libro aparece en un momento en que se negocia la preautonomía de Valencia.

«A juzgar por la información disponible, el ente preautonómico o la autonomía provisional será poco menos que un vaso vacío -comenta Manuel Martínez Sospedra- que habrá que llenar mediante la coordinación de las Diputaciones y la transferencia de servicio por parte del Estado, cuestión ésta difícil de realizar tanto por la mayoría socialista del ente como por el recelo de la Administración central a ceder competencias. Con todo, el ente tiene una innegable utilidad en tres sentidos: supone el reconocimiento de la personalidad del País Valenciano, se supera la absurda división provincial y nos dota de un instrumento para iniciar un proceso verdaderamente autonómico. »

EL PAÍS: ¿El País Valenciano es una nacionalidad?

«El País Valenciano ha venido reclamando su derecho al autogobierno desde que a principios del XVIII fue derrotado en Almansa y sometido al centralismo -responde Luis Aguiló Lucia-, nieto del líder de la CEDA. Hoy nuestro país constituye una nacionalidad más dentro del Estado español. La manifestación autonómica del 9 de octubre no respondía a una moda más o menos pasajera, sino a la voluntad de reclamar un estatuto y afirmarse como nación. Así, aunque se pretenda ignorar desde Madrid nuestro Fet Nacional Valenciá, éste no va a desaparecer. Los valencianos, durante la República y guerra civil, elaboramos cuatro anteproyectos de estatuto; durante el franquismo, dos, y ahora la Joven Cámara está culminando su trabajo sobre las bases estatutarias.»

EL PAÍS: ¿Cómo se contempla en este ensayo la lengua y cultura valencianas?

«Hemos planteado estos elementos desde dos perspectivas -señala Vicent Franch-. El hecho cultural valenciano es un hecho diferenciado y por ello hay que abordarlo en el texto estatutario. En segundo lugar analizamos cómo se pueden recuperar la lengua y la cultura. Sin pronunciarnos directamente sobre la identidad de la lengua de los valencianos, exponemos las razones a su favor. Hablamos de valenciano, pero asumimos que nuestra lengua es la misma que la de los catalanes y mallorquines. La lengua debería ser oficial en las zonas de predominio valenciano parlante. En las castellanas la enseñanza sería en castellano con obligación de estudiar el valenciano. En cuanto a los documentos oficiales, podrían redactarse en ambas lenguas.