La flota cantábrica vuelve a faenar
Las cofradías de pescadores del norte ratificaron el martes la decisión de sus presidentes de hacerse nuevamente a la mar después de una huelga de dos semanas que ha paralizado a cuatrocientos barcos de bajura y a doscientas merluceras, al tiempo que piquetes de pescadores impedían la importación de pescado.Tras el fracaso de las conversaciones bilaterales celebradas en Burdeos con los pescadores franceses, que remitieron la cuestión a Bruselas, donde el Gobierno español negocia el tema de la pesca en aguas comunitarias, los pescadores del Cantábrico han logrado en Madrid sus tres objetivos:
La Dirección General de Pesca ha garantizado la tramitación urgente en las Cortes de una ley que amplie las aguas jurisdiccionales a doscientas millas, lo que permite asegurar su entrada en vigor para finales del mes de enero.
La Administración se ha comprometido, en el caso de que los barcos de bajura no puedan entrar en aguas comunitarias, a indemnizarles por la diferencia entre las capturas realizadas durante el presente año y las que efectúen el próximo.
- El ministro de Asuntos Exteriores ha manifestado, por su parte, a los dos parlamentarios del PNV que han acompañado a los pescadores, que a partir del 31 de diciembre, fecha en la que terminan las licencias de importación de pescado, no se concederá ninguna más a los exportadores franceses.
Satisfechas las tres exigencias básicas de los pescadores del Cantábrico, los piquetes que vigilaban la frontera para evitar el paso del pescado se han retirado, y los pescadores esperan tan sólo una mejoría del tiempo para hacerse a la mar.
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