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Crítica de exposiciones

Le Parc

El resultado de casi una veintena de años de investigación acerca de la forma, el color, la luz, el movimiento y el sonido se nos ofrece en esta exposición del argentino Julio Le Parc. Bajo el epígrafe general de «Experiencias 1959-1977», y bajo los parciales de «superficie-color», «superficie-modulaciones», «gráfica», «volumen-color», «relieves», «volumen-color», imóviles», «desplazamiento», «contorsiones», «luz», «luz pulsante», «movimiento-sorpresa» y «Juegos», encontrará el espectador muestra más que suficiente para conocer la variopinta obra de este pionero y maestro de las artes cinéticas, fundador y más cualificado representante del ya extinto Groupe de Recherche d'Art Visuel (GRAV), y, como él gusta repetir, «alguien consciente de sus contradicciones como artista experimentador en una sociedad capitalista».Grandes paneles recubiertos de formas geométricas, efectos ópticos, tiras de latón cimbreantes que resuenan y resplandecen al paso del visitante, luminosos calidoscopios, artículos de broma, casetas de tiro al blanco, espejos deformantes, carracas mecánicas, tubos de la risa; todo ello resultado de una insistente actitud investigadora, en la que la asepsia del laboratorio favoreció la neutralidad del proceso y en la que emoción e intuición fueron voluntariamente sustituidas por el teórico deseo de la aplicación y el uso. La obra pierde su autoría y es entregada a un público que la usa y modifica.

Julio Le Parc

Salas de la Dirección del Patrimonio Artistico. Paseo de Calvo Sotelo, 20.

Similar al proceso en que se desarrolla la obra del artista argentino es en el que obran los productos del mundo de la publicidad y del diseño. Destinados a encontrar un público y fabricados pensando en él, ahora el espectadores el mensaje. Y las obras de Le Pare, que quizá en su día se presentaran como novedosas, han sido, efectivamente, utilizadas, pero, más que, por ese destinatario que les soñara su autor, lo han sido por esos otros creadores, los del mundo del consumo: decoradores, modistas, proyectistas, publicistas ... ; y ello no deja de producir una sensación de familiaridad en los objetos expuestos, asimilados y reproducidos por doquier, ya sea en las sicodélicas discotecas o en el diseño de los uniformes de las azafatas aéreas.

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