"Portugal vive una etapa floreciente en literatura"
Entrevista con Urbano Tavares, escritor y ensayista
Ha estado en Madrid el novelista y ensayista portugués Urbano Tavares Rodrígues, profesor de Literatura Francesa en la facultad de Letras de Lisboa. Entre su vasta producción literaria cabe destacar: Desnudos y suplicantes, Realismo y arte de vanguardia, Los insumisos y Disolución. Carlos Gurméndez mantuvo con el escritor Urbano Tavares el siguiente diálogo.
EL PAIS: ¿Cuál es el estado actual de la literatura Portuguesa, después de la revolución de abril?Urbano Tavares: La caída de la dictadura ha permitido una eclosión de valores. Dentro de la novela testimonio puedo citar una larga de Joao Melo, Memoria de ver matar o morir, sobre la guerra colonial. Otra novela, Casas pardas, libro extraordinario por su denso lenguaje poético, de María Velho de Costa, quien es una de las tres célebres Marías procesadas durante la dictadura por haber escrito Nuevas cartas de la religiosa portuguesa. Nuno de Bragança, es autor de la novela Directa, historia de un grupo de la resistencia, y que se caracteriza por su cáustico humor, contra los personajes mismos. Ahora bien, si la actual producción literaria portuguesa es rica y variada, se sufre las consecuencias de la crisis económica y el libro, por ser muy caro, tiene pocos compradores. Debo añadir que no solamente la novela conoce un florecimiento innegable, sino también la poesía con figuras tan importantes como Carlos de Oliveira, Antonio Ramos Rosa, representantes de la poesía concreta, Herberto Heldder, Egito Gonçalves, Eugenio de Andrade y Jorge de Sena entre otros muchos que seria muy largo para citar aquí.
EL PAIS: En lo que se refiere a obras especulativas, de pensamiento, ¿qué puede decirnos?
U. T.: La revolución fue el único objeto de nuestras preocupaciones. En consecuencia, las obras más importantes tratan de analizar el fenómeno revolucionario. Puedo señalar dos obras fundamentales: Vida y revolución, de Miguel Tavares, y un ensayo poético, Fernando Pessoa Revisto, de Eduardo Lourenço.
EL PAIS: Su obra literaria comenzó con una orientación existencialista. Creo recordar que fue en 1952 con Puerta de los límites.
U. T.: Y siguió con Vida peligrosa y La noche morada. Entonces sufría yo la influencia del pensamiento de Sartre. El existencialismo significaba una filosofía de la lucha antifascista, una tentativa de rescatar al hombre de su miseria para devolverle la libertad.
EL PAIS: Después continuó su obra dentro de una corriente neorrealista.
U. T.: Desnudos y suplicantes es un volumen de cuentos que se puede clasificar dentro del realismo social, pero lo que singulariza esta obra es la presencia siempre visible del autor en el proceso narrativo. Además, yo pedía al lector una participación crítica. Como ve usted, mi realismo fue muy singular. Dentro de esta tendencia escribí también una novela, Los insumisos. En la literatura portuguesa hay dos grandes escritores realistas: Ferreira de Castro y Carlos de Oliveira. En esta corriente literaria, de la obra que estoy más satisfecho es Imitación de la felicidad, que fue retirada por la censura en 1965. Constituye un cuadro irónico de una sociedad subdesarrollada basada en el machismo.
EL PAIS: ¿Cómo explica la evolución del neorrealismo al subjetivismo analítico de su última obra Disolución?
U. T.: Por una conformación ideológico- simbólica de la realidad. Así, en mi novela Casa de corrección, doy un símbolo del fascismo a través de un personaje, el Tío Deus, que cuando muere desencadena una orgía loca. Pero todo vuelve a la calma con la aparición de la tía, es decir, el nuevo dictador Marcelo Caetano. En otra novela, Carnaval negro, pinté el sadismo Y crueldad de los jóvenes. Pero esta narración constituye, en realidad, una alegoría de la guerra colonial y de la tortura política.
EL PAIS: En su novela Disolución hay una problemática angustiosa del amor que se deja sin solución, ¿por qué?
U. T.: Su observación es exacta. Las condiciones en que escribí esta novela fueron dramáticas. El fascismo parecía no tener fin. Yo acababa de ser detenido y torturado. La sociedad portuguesa se disolvía. El personaje de la novela es uno y múltiples, que busca a través de su dispersión amorosa la unidad perdida, oscilando entre la mujer abstracta, carismática e inasequible.
EL PAIS: ¿Qué puede decirnos de las relaciones culturales entre Portugal y Galicia?
U. T.: Sentimos una gran necesidad de aproximación, pues tenernos la misma lengua y somos un sólo país dividido por la historia. El poeta gallego Manuel Marías es muy popular entre nosotros. En Oporto, los escritores Egito Gonçalves y José Viale Moutinho están en contacto literario y político con grupos antifascistas gallegos desde antes del 25 de abril. Por otra parte, Castelao es una figura emocionante y popular para nosotros. Y por último, debo referirme a un hecho extraño: quizá la obra más importante de la literatura portuguesa contemporánea es anónima. Se titula ¡Hasta mañana!, camaradas. Fue descubierta en una prisión a la caída de la dictadura.
Babelia
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