Entrevista con Emilio Romero
«...-Yo sostengo la tesis de que al Rey se lo están poniendo muy difícil quienes han recibido el encargo de pasar de un régimen personal a una Monarquía constitucional. Salvo las excepciones de un Garrigues, o de un Fernández Ordóñez, entre pocos más, a este Gobierno, le falta estatura de poder para realizar con éxito la transición. (...)-Suárez está muy mal equipado política, histórica, sociológica y culturalmente. Tan sólo tiene destreza y una poderosa vocación política.
-Sin embargo, a audaz no hay quien le gane.
-Al poder se puede llegar con audacia, con temeridad o con cautela. A Suárez, efectivamente. podríamos catalogarlo como audaz. Y, en algunas ocasiones, con algún grado más: como osado. No obstante, a mí no me parece mal que sea presidente. Me alegro por él. Pero temo, sinceramente, que a España no le vaya bien con un presidente así. Celebro su éxito; deploro las consecuencias. (...)
A quienes de verdad Suárez ha cultivado siemp re ha sido a los que tenían el poder. Como él sabía que yo no tenía poder, sino relativa influencia, sólo me daba la porción de afabilidad que correspondía a mi peso de influencia. Aunque, pensándolo bien, tampoco puedo quejarme. Porque el caso es que en julio del 76, recién nombrado, él estuvo conmigo muy afectuoso y me mostró sus deseos de incorporarme a alguna función en el Gobierno relacionada con mis aficiones.
-¿Fue entonces cuando le llamó para hacerle asesor o algo así?
-No, no. Eso fue más adelante. En septiembre volví a hablar con él y seguía manifestándome afectuosarnente sus intenciones de no querer verme suelto y de aferrarme a alguna de esas cosas que al final no cuajaron.
-¿Le temía? ¿Le teme todavía?
-En absoluto. Suárez no me teme. No teme a nadie. Está curado contra toda posición crítica. Porque, primero, está respaldado por unas elecciones populares y por todos los respaldos que cada cualquiera imaginarse. Segundo, por su propio temperamento. Por otra parte, no dejo de reconocer los méritos que tiene de político habilidoso. Con el pacto de la Moncloa ha demostrado tener una habilidad prodigiosa. (...)
-Por cierto: ¿cómo acabó usted con sus amigos del Opus?
-El Opus es una selva donde hay diferentes animalitos y no se puede decir así homogéneamente que los del Opus eran amigos o enemigos mios. Ahora bien, deben tener una estrategia sobrenatural bendecida por monseñor Escrivá. porque el Opus está otra vez en el poder. El partido en el poder tiene sesenta parlamentarios del Opus.
-¿Qué me dice?
-En el fondo no ha dejado de estarlo nunca. Yo no reconozco en este país desde 1939 hasta nuestros días ningún otro poder político que no sea el de los católicos. Primero fueron los de la Santa Casa; luego, los del Opus; después, todos juntos o alternativamente, hasta nuestros días ... »
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