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La economía vizcaína en el punto más bajo del decenio

El deterioro de la actividad económica de Vizcaya ha alcanzado su punto más grave durante el presente otoño a juicio de la Cámara de Comercio de Bilbao, que califica la situación de «alarmante». Las respuestas empresariales que esta entidad ha obtenido en los tests que elabora mensualmente han arrojado la nota más pesimista de los últimos diez años en todos los indicadores: cartera de pedidos, stocks de productos terminados, expectativas, empresariales, utilización de la capacidad productiva y costos.Otros datos de tipo cuantitativo vienen a subrayar esta tendencia descendente de la actividad empresarial. Así, la creación de nuevas sociedades en el período enero-agosto del presente, año sólo ha conseguido movilizar un capital social estimado en 942 millones de pesetas, lo que supone cuatrocientos millones menos que en el mismo período del año anterior y ochocientos por debajo del año 1975. Si los datos se refieren exclusivamente a las inversiones en sociedades industriales, el descenso es aún más espectacular, hasta el punto de que en el período enero-mayo se ha invertido sólo una tercera parte.

El consumo de energía eléctrica para usos industriales, que se considera habitualmente como un índice muy revelador de los niveles de producción, ha descendido también de 312.125 megavatios/hora mensuales en 1976 a 294.280.

La baja utilización de la capacidad productiva, las tensiones de costes y las restricciones en las disponibilidades líquidas han conducido por otra parte a situaciones límite en el aspecto financiero. Las devoluciones de efectos han experimentado así en la banca privada aumentos que en los cinco últimos años se cifran en un 600%. De enero a octubre de este año se devolvieron en Vizcaya efectos por valor de 58.587 millones de pesetas, frente a los 47.703 de todo el año pasado, los 32.455 de 1975 y los 9.920 de 1973.

Todos estos indicadores no hacen sino subrayar la profunda crisis de la economía vizcaína, cuyo dato más preocupante lo constituye, sin embargo, el alto nivel de paro. Según las estadísticas que maneja la Delegación de Trabajo, el número de parados se ha triplicado desde septiembre del pasado año, alcanzando la cifra de 13.570 parados en el último mes de septiembre. Dado que el paro real suele estimarse en el doble, la Cámara de Comercio da por buena una cifra de parados que oscila entre los 25.000 y los 30.000, con una tendencia clara a que se incremente en los próximos meses.

Entre las causas que han dado origen a esta alarmante situación, cita la Cámara la recesión en los mercados nacionales e internacionales, que se ha sentido particularmente en sectores tan básicos para Vizcaya como son la siderurgia, la construcción naval y los bienes de equipo, pero añade a continuación que la conflictividad laboral ha jugado asimismo un importante papel negativo, a lo que se suma «la degradación de la autoridad a todos los niveles, lo que hace descender la productividad y nos arrastra hacia la ruina colectiva».

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