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Prevenir riesgos

De una forma esquemática, los trastornos circulatorios cerebrales se entienden como un insuficiente aporte de sangre o como una dificultad en la llegada de la misma por un obstáculo, lo que trae consigo una disminución en el aporte de oxígeno y glucosa al cerebro.La cantidad de sangre que llega al cerebro por unidad de tiempo se denomina débito cerebral y se expresa con la fórmula siguiente:

Débito cerebral = Presión arterial:Resistencia vascular cerebral

Es lógico, pues, que tanto la disminución de la presión arterial como el aumento de las resistencias vasculares cerebrales lleven consigo una disminución de la cantidad de sangre que llega al territorio cerebral. Afortunadamente la circulación cerebral está fuertemente protegida por los mecanismos de la autorregulación. Las causas intrinsecas que elevan la resistencia vascular cerebral son principalmente: a) arterioesclerosis; b) obstrucción y trombosis arterial; c) espasmos arteriales.

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Las arteriolas, clave de los trastornos vasculares

Los principales factores de riesgo en la aparición de insuficiencia circulatoria cerebral están relacionados con la arterioesclerosis y se pueden dividir en dos tipos: factores predisponen tes, relacionados con el individuo, y factores desencadenantes, en relación con el medio ambiente y que vienen a romper el equilibrio circulatorio existente.

Entre los factores predisponentes: la edad es esencial, pues el riesgo de accidente vascular cerebral aumenta a partir de los 45 años, aunque pueden observarse lesiones a partir de los veinte años; él sexo, ya que estos cuadros son más frecuentes en el hombre que en la mujer antes de los sesenta años, pero hay tres factores de extraordinaria importancia: hipertensión arterial, hiperlipemia-y diabetes mellitus.

La hipertensión arterial constituye un factor esencial en la génesis de los accidentes vasculares cerebrales; algunas estadísticas indican que el 48% de los hipertensos presentan trastornos vasculares cerebrales; por otra parte, la hipertensión arterial asociada a ateromatosis aumenta en un 5,2% el riesgo de insuficiencia vascular cerebral.

La existencia de hiperliplemia antes de los cincuenta años incrementa el peligro de aparición de un accidente vascular cerebral, sobre todo las hipercolesterolemias familiares o generales. El 29% de las personas con hiperlipemias presentan trastornos circulatorios cerebrales.

La diabetes mellitus es un factor favorecedor de primer orden, debido a las lesiones arteriolocapilares que produce, es un hecho el que la aparición de los accidentes vasculares cerebrales es más precoz en pacientes que presentan diabetes antes de los cincuenta años.

La calidad de vida guarda estrecha relación con la posibilidad de aparición de estos procesos, el régimen alimentario con abuso de dietas hipercalóricas, consumo excesivo de alcohol y grasas animales, especialmente el desequilibrio de una insuficiencia circulatoria cerebral, la vida sedentaria sin ejercicio físico y el tabaco son factores que pueden facilitar la presentación de una insuficiencia circulatoria.

Entre los factores desencadenantes de un accidente vascular cerebral, destacan las variaciones emocionales fuertes, que constituyen una especial forma de traumatismo. Este estrés emocional puede producir una elevación de las catecolaminas, ácidos grasos libres y triglicéridos, todo lo cual aumenta la adhesividad plaquetaria. Hay que considerar que estos estrés emocionales son igualmente perjudiciales, aunque sean placenteros.

¿Qué puede hacerse contra. este proceso que aún no somos capaces de controlar? Hay una serie de medidas que, puestas en práctica, han conducido en Estados Unidos, según diversos autores, a reducir la mortalidad anual en estos pacientes, de un 10% a un 3,8%. Estas medidas son las siguientes:Examen periódico para identificar y corregir los factores de riesgo, medicación y dieta. Tratamiento específico para controlar la hipertensión, diabetes e hiperlipemia, dieta que tenderá a disminuir las grasas de origen animal, el azúcar y limitar el consumo de al cohol. Abandonar el hábito del tabaco o limitar la cantidad de cigarrillos por día; el efecto nocivo del tabaco es sobre todo a nivel de arterias coronarias y periféricas.

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