Un herido en Tenerife al estallar una bomba

Un artefacto de regular potencia hizo explosión en la medianoche del martes, junto a la puerta de entrada de la Mutualidad Laboral de Santa Cruz de Tenerife, en el edificio del Banco de Madrid, causando heridas de menor gravedad al vigilante del inmueble y produciendo destrozos de consideración en las dependencias de la entidad bancaria.

El atentado ha sido reivindicado desde Argel por Antonio Cubillo, líder del Movimiento para la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC), quien declaró telefónicamente a un periódico local que se trataba de "un objetivo más contra los edificios españoles, dentro de la guerra colonial que su organización se ha propuesto".El redactor del diario El Día que cogió la llamada le indicó a Cubillo que había un herido como consecuencia de la explosión y que era canario. El líder del movimiento terrorista respondió: «Nosotros hemos advertido a los canarios que se retiren de los edificios públicos. Si hay heridos no es culpa nuestra.

En un comunicado hecho público ayer por los trabajadores del Banco de Madrid, se exige al Gobierno una acción enérgica con Argelia, «país que protege al loco de Cubillo» (sic), al tiempo que emplazan al Gobierno a la adopción de una política clara para Canarias que evite el f0mento del actual clima de frustración e inseguridad en que viven las islas.

Por otra parte, cerca de 8.000 personas se manifestaron, a última hora del martes, por las calles de Santa Cruz bajo una intensa lluvia, en protesta por la incompetencia de las autoridades, para poner fin a la larga huelga de los transportes públicos interurbanos, que lleva ya mes y medio paralizada la comunicación entre los distintos pueblos de la isla. A la marcha se unieron los trabajadores en huelga de los sectores del tabaco y frío industrial, estudiantes de la Universidad de la Laguna opuestos al numerus clausus de la facultad de Medicina, y afiliados de distintos partidos políticos.

Un coche de la Policía Municipal abría la manifestación que transcurrió sin incidentes, excepto algunos conatos al final de la misma protagonizados por grupos independientes que fueron disueltos por la policía. A los gritos de "Sí, sí hartos de Madrid". "Suárez atiende. Canarias no se vende" y "Al pueblo que lucha siempre se le escucha», y, aguantando el intenso aguacero que en aquellos momentos caía sobre la ciudad, los manifestantes recorrieron distintos barrios.