"Creemos en la marroquización de Ceuta y Melilla"
Ahmed Osman, primer ministro marroquí, de 48 años, jugó un papel significativo en la firma de los acuerdos tripartitos de Madrid, por los cuales España cedió A Marruecos y Mauritania la administración del Sahara occidental. El primer ministro de Marruecos ha conversado en Rabat con el enviado especial de EL PAIS, , poco antes de que emprendiera viaje hacia la capital mauritana. Durante la entrevista, realizada en el Palacio Real, el premier marroquí examinó la situación actual de las relaciones de su país con España, «que podrían ser -dijo- mucho mejores», y el delicado problema del Sahara.
EL PAIS. ¿Asistimos, a su juicio, a una etapa difícil en las relaciones entre España y Marruecos?Ahmed Osman. Ah, cada vez que veo a mis amigos españoles hablo sobre este asunto. Yo diría que en principio las relaciones son buenas. Existen sentimientos afectivos profundos entre los dos pueblos, y eso es fundamental. Pero debo decir que somos mucho más ambiciosos.
EL PAIS. ¿Cuáles son sus ambiciones?
A. O. Yo creo que es posible mejorar nuestros vínculos en calidad y cantidad. La descolonización del Sahara supuso una, política lógica por parte de Madrid, respaldada por las Naciones Unidas, que incorporó a su resolución 3.458 los acuerdos tripartitos. Por eso nosotros no podemos comprender ahora ciertas actitudes. Nos damos cuenta, sin embargo, de que esas posiciones son el simple reflejo de ciertos problemas internos...
EL PAIS. ¿Qué problemas?
A. O. Pensamos, quizá, por ejemplo, en él PSOE. Pero nosotros podemos demostrarle al PSOE que los intereses de España tienen mucho que ver también con su capacidad de cohabitar, por así decir, con Marruecos. Yo pienso que sería mejor que todos los sectores españoles, el Gobierno, la Oposición, la opinión pública, abordasen el problema del Sahara con mucha prudencia y con análisis profundos.
'"España: ciertas ambigüedades." '
EL PAIS. ¿Qué piensa de las re cientes declaraciones del minis tro español Oreja?
A. O. Hay toda una intoxicación de la opinión pública internacional alrededor de la cuestión del Sahara. España, evidentemente, se encuentra en una posición cómoda, pero existen ciertas ambigüedades, cosas que no son claras.
EL PAIS. ¿Temen ustedes que España denuncie los acuerdos tripartitos?
A. O. No. Yo no creo que España los denuncie. Madrid, como le dije, disfruta de una situación cómoda. Por lo demás, hay que considerar que Marruecos está en el Sahara. El Sahara es parte de nuestro territorio, y disponemos de recursos jurídicos sólidos.
'La venta de armas, asunto marginal'
EL PAIS. ¿Cómo ve usted el por venir de Canarias?
A. O. Marruecos no estimulará jamás la independencia de Canarias. Los peligros de la subversión nos preocupan.
EL PAIS. ¿Y el de Ceuta y Melilla?
A.O. Sobre ese punto nuestra posición es clara. Creemos en la marroquización de Ceuta y Melilla. De cualquier manera, se trata de un problema que debe ser arreglado de acuerdo con el Gobierno español.
EL PAIS. ¿Cuándo?
A. O. En el momento oportuno, según las circunstancias.
EL PAIS. ¿Espera usted resistencias ante este tema?
A. O. Yo creo que todo se arreglará bien. Claro, uno podría concebir -prever acaso- pequeñas dificultades. Las hubo en 1974, ciertas maniobras con Argelia. Por ello nosotros tomamos la iniciativa.
EL PAIS. Hace unos días el jefe del Partido Socialista, señor Boabid, me dijo que pensaba viajar a Ceuta y Melilla para presentak allí un plan por el cual la población podría optar por un sistema de doble nacionalidad. ¿Qué le parece a usted el proyecto?
A. O. Bueno, bueno, nosotros no hemos examinado hasta ahora el asunto hasta we punto. Pero cuando hay buena voluntad, toda solución es posible.
EL PAIS. ¿Cuál es su opinión acerca del tema de la venta de armas dé España a Marruecos? Ya sabe usted que Madrid...
A. O. Es algo totalmente marginal. Nostros, naturalmente, preferiríamos comprar armas en España. Pero, en fin, no es un problema. Por lo demás, ya sabe usted que el mercado internacional de armas es muy amplio. Marruecos y cualquier país pueden abastecerse de armas sin necesidad de convenios formales con los Gobiernos.
EL PAIS. ¿Y la cuestión de la pesca?
A. O. Creo que España debería sentirse satisfecha.
EL PAIS. En resumen, ¿cómo calificaría usted el estado de las relaciones entre Madrid y Rabat en este momento?
A. O. Yo veo nuestras relaciones a largo plazo. Lo del Sahara es sólo coyuntural. Las cosas de.ben ser vistas sin prescindir del elemento de la vecindad. Además, nooculto que somos partidarios de un equilibrio de, influencias europeas en Marruecos. En ese sentido, esperamos mucho de España. Hay que mirar a lo lejos y pensar también en la estabilidad de la zona.
EL PAIS. ¿Cómo debería ser entonces, a su criterio, la política de Madrid?
A. O. Pienso que debe comprometerse en una política de cooperación que supere aspectos coyunturales como los de los fósfatos, la pesca, etcétera. Mire, nosotros nos hemos entregado a la gran tarea de crear aquí nuevas instituciones. Muchos españoles consideran que el Gobierno marroquí es reaccionario. Hay mucha injusticia en eso. Estamos intentando retomar el camino de la democracia, como España.
EL PAIS. ¿Estima usted que Marruecos dispone ya de suficiente libertad?
A. O. Sí, hay libertad; yo creo que hay suficiente libertad. El gran debate ha comenzado. Queremos ser una sociedad abierta. En esa sociedad, la presencia de España en Marruecos puede ser muy significativa. Nosotros no deseamos que predomine en el país sólo la cultura francesa. Millones de marroquíes están vinculados también con la cultura española. Obremos en consecuencia. Así es necesario que se despejen ¡as ambigüedades y que la opinión pública española sea informada objetivamente acerca de la realidad de Marruecos y de problemas como el del Sahara.
'El apoyo de Francia'
EL PAIS. ¿Cuenta usted con la continuidad del apoyo francés a Marruecos?
A. O. No se puede decir que Francia nos esté apoyando. Esa es la tesis argelina, pero no es verdad. Ni Francia ni nadie nos hacen regalos. Francia, simplemente, se ha visto envuelta en el conflicto del Sahara a causa del secuestro de sus ciudadanos.
EL PAIS. ¿Qué le parece la posición de Libia?
A.O Yo no sé cómo analizarla. Todo el mundo sabe que Trípoli sostiene al Polisario, pero al mismo tiempo Libia asegura que no aprueba la existencia de los microestados. En fin, no sé, es una actitud un tanto diferente, un poco ambigua.
EL PAIS. ¿Existe, a su juicio, un acuerdo tácito de la Unión Soviética y Cuba con Argelia, contra Marruecos en el Sahara?
A. O. No. Bueno, yo no podría decir que lo hay. Pero tenemos la sensación de que el Sahara occidental está sirviendo de puente a cierta política, quizá similar a la que se observó en Angola, el Zaire, etcétera. De todas formas, no nos importa. Nosotros no queremos atacar a nadie, ni a la URSS ni a Cuba. La Unión Soviética respeta también el punto de vista marroquí y mantiene, por el momento, una posición correcta.
EL PAIS. ¿Han estudiado ustedes la posibilidad de una nueva colaboración militar de Estados Unidos con Rabat en ocasión de la visita del rey Hassan a Washington, el próximo 6 de diciembre?
A. O. No, en absoluto. Estados Unidos es neutral...
EL PAIS. ¿Y los países árabes?
A. O. Las naciones árabes respaldan a Marruecos, estamos seguros de ello. Lo hemos vuelto a comprobar ahora, hace unos días, en la reunión de los ministros árabes de Asuntos Exteriores en Túnez.
EL PAIS. ¿Qué perspectivas ve usted de un acuerdo entre Rabat y Argel?
A. O. Es difícil responder. Nosotros estamos dispuestos a dialogar,y es mejor hablar que hacer la guerra. Queremos un entendimiento, pero es evidente que los buenos oficios de Egipto y Arabia Saudita no han logrado resultados prácticos.
EL PAIS. ¿Estarían ustedes dispuestos a ofrecerle al Polisario un estatuto especial para el Sahara, alguna forma de federación?
A. O. ¿Por qué federación No, nosotros no renunciaremos a nuestra unidad nacional. El principio de la unidad es incuestionable y el federalismo implicaría la existencia de diferentes estados.
EL PAIS. Pero no estados separados, totalmente independientes, sino autónomos, como Cataluña o el País Vasco en el futuro...
A. O. Nosotros no tenemos ese problema. Por supuesto, nuestro Gobierno se propone desconcentrar y descentralizar al máximo, pero sin poner en juego la unidad de la nación. ¿Federalismo? Las. cuestiones del regionalismo son ilusorias. Cada uno pertenece a una nación. Claro, si se tratara de un federalismo entre Argelia, Libia, Eginto, Marruecos, Túnez, etcétera, nosotros estaríamos dispuestos a considerarlo. También asp.iramos a una gran colaboración económica y cultural entre todos los estados del Magreb.
EL PAIS. ¿Prevén ustedes un ataque inmediato del Polisario, en gran escala?
A. O. Puede ser posible. La diplomacia argelina no ha ganado muchas posiciones últimamente. No son descartables los actos desesperados.
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