Probable ofensiva policial contra ETA

El jefe de la brigada de Operaciones de la Dirección General de Seguridad, comisario Andrés Gómez Margarida, se ha hecho cargo en Bilbao, donde se encuentra desde hace dos días, del servicio de investigación sobre terrorismo en calidad de adjunto al jefe superior de Policía.Aunque el Ministerio del Interior ha negado que se vaya a crear en el País Vasco ningún cargo de delegado especial de orden público, y ha reiterado que el viaje del señor Gómez Margarida al País Vasco ha sido simplemente «para cumplir tareas relacionadas con su cargo », en medios competentes se estima que ser una especie de «superagente» encargado de investigar en especial la problemática ETA. Su cargo, de todas formas, no aparéce oficialmente estructurado dentro de la escala de la Jefatura Superior de Policía de Bilbao.

Según declaraciones del propio Gómez Margarida, su misión va a consistir fundamentalmente en coordinar y reorganizar las fuerzas policiales para que cumplan su deber de servicio a la sociedad. No se descarta que su presencia en Bilbao pueda ser el preludio de una ofensiva policial contra el sector militar de ETA, que no sólo ha reiterado su actitud contraria a cualquier pacto, sino que en las últimas semanas ha intensificado la lucha armada.

El comisario Gómez Margarida ha tomado parte junto con el comisario Conesa en las principales acciones contra los GRAPO, y en su calidad de jefe de la brigada de Operaciones de la DGS aparece como el principal responsable de la reciente detención del Comité Central del PCE (r) en Benidorm. Hace aproxiniadamente año y medio se entrevistó con presos etarras para ofrecer el canje de varios de ellos a cambio de los policías españoles que fueron secuestrados en Hendaya y cuyos cuerpos fueron descubiertos un año después en una playa de Anglet. Mantuvo también conversaciones que resultaron infructuosas con dirigentes de ETA, con el propósito de conseguir una tregua en la lucha armada durante los meses anteriore.s.a las elecciones generales.

A lo largo de estas conversaciones, el comisario Gómez Margarida ofreció la imagen de un hombre sensibilizado ante la problemática vasca, y en ningún caso partidario de intentar resolverla por la vía de una más intensa acción policial.