El embajador marroquí en Madrid, llamado a consulta a Rabat
El rápido viaje que acaba de efectuar a Rabat el embajador marroquí en Madrid, Abdellatif Fillali, refleja la creciente inquietud con la que el Gobierno de Marruecos está encarando la posibilidad de que España denuncie, por «presiones de la izquierda», los llamados acuerdos tripartitos de 1975, firmados por España, Marruecos y Mauritania, para la cesión de la administración del Sahara a estos dos últimos países, tras la «marcha verde», el 6 de noviembre de ese año.Ayer, Mohamed Bucetta, ministro de Asuntos Exteriores de Rabat, mantuvo una reunión con Fillali y varios expertos de su Departamento, exclusivamente dedicada al problema planteado por el secuestro de los tres pescadores españoles. Según informaron a EL PAIS fuentes dignas de crédito, Bucetta y Fillali examinaron muy detenidamente la perspectiva de un «rompimiento de la baraja» por parte de Madrid, es decir, la denuncia de los convenios de 1975, lo que equivaldría a un golpe muy duro para la posición internacional de Rabat en torno del Sahara.
Poco después de esa reunión, el ministro de Información manifestó a este periódico que el ejército marroquí en el Sahara «está empleando todos los medios a su alcance» para detectar a los secuestradores de los tres españoles.
El jefe de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), Abderrahim Buabid, dijo ayer a EL PAIS que en caso de guerra entre Marruecos y Argelia, los intereses de España en el Magreb «se verían muy afectados». Esos intereses son, obviamente, los de Ceuta y Melilla, los de la pesca y también los del corredor aéreo marroquí que el turismo canario se ve obligado a emplear por razones técnicas. Buabid se dispone actualmente a viajar a Ceuta con el propósito de ofrecer allí a la población española, en nombre de Hassan II , un sistema de doble nacionalidad.
El derecho de persecución
Se calcula que alrededor de 1.500 soldados marroquíes han caído ya en Mauritania. Sin embargo, Rabat no parece aún del todo decidido a aplicar su «derecho de persecución». Portavoces militares afirman que una columna argelina, fuertemente armada, ha sido interceptada el domingo pasado al noroeste de Zuerat, y que fue «totalmente destruida por la aviación». Así -expresó ayer L'Opinion- no resulta necesario aplicar el derecho de persecución.» Pero la aplicación de ese derecho puede hacerse ahora «inevitable y repentina», según Rabat, a raíz del secuestro de los españoles y de las exigencias que el Polisario plantee a Madrid.
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