La sociología rural tropieza con serias limitaciones en España

Unos 150 sociólogos, economistas e ingenieros agrónomos se reunieron en Salamanca con motivo de la primera reunión de los sociólogos rurales españoles.

Los especialistas que acudieron a esta primera reunión de los sociólogos rurales españoles estan vinculados al medio agrario por sus trabajos en centros de investigación, en la Universidad, y también en organismos dependientes del Ministerio de Agricultura, especialmente el Iryda.Los problemas estudiados durante la semana se insertaron en el contexto ule la actual situación española, caracterizada por la evolución de una estructura agraria arcaica hacia formas tecnológicas.

Areas de estudio

Roberto Sancho, profesor de la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, se ocupó de la primera ponencia sobré Estructura social agraria de España. Según el profesor Sancho, la estructura de clases rurales tiene una especie de cristalización a través de las estructuras territoriales. La actual crisis agraria es el producto de las relaciones de producción y de la modernización de la agricultura derivadas de la mecanización.El capitalismo ha forzado la emigración de los obreros y pequeños campesinos, y la tendencia a la concentración de las explotaciones agrarias. La oligarquía tradicional, consuntiva y no productiva, ha sido desplazada por una nueva clase: la moderna burguesía, unida a intereses financieros y a monopolios que controlan los precios de los equipos mecánicos, de los productos agrarios, e incluso, su propia comercialización. Los crecientes costes que exige la modernización ponen en peligro de extinción a la clase campesina, lo que favorece un movimiento sindical de defensa ante los monopolios, que tiende a unir a los pequeños propietarios agrícolas con los obreros del campo frente a los grandes propietarios, vinculados a intereses ajenos al agro.

Las Nuevas formas de asociacionismo agrario en España fueron abordadas por el catedrático de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Madrid, Juan José Sanz. Las organizaciones sindicales agrarias desaparecidas han dejado un vacío que será cubierto por nuevas asociaciones que, confederadas, posibiliten una mejor calidad de vida, mayor produlcción de alimentos y la defensa del entorno natural.

La tercera área de trabajo quedó delimitada al estudio de la sociedad en cambio. Por una parte, los problemas ecológicos y culturales; por otro, la función del sociólogo rural ante la evolución del agro. Manuel García Ferrando, de la Universidad Autónoma de Madrid, se ocupó del último tema. La ausencia de cátedras y la burocratización de los sociólogos han determinado la ausencia de estudios importantes en esta materia. Sin embargo, es necesario que el sociólogo deje de trabajar para agencias gubernamentales o multinacionales y lo haga en favor del agricultor.

Por último, Enrique Ballestero, catedrático de Economía de Empresa, de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Madrid, se ocupó de las perspectivas de política agrícola. Una reforma agraria coherente y la utilización plena de los recursos humanos existentes en los organismos estatales son las acciones más importantes y urgentes de cara a la transformación de la actual estructura agrícola española. Sobre la reforma agraria explicó la necesidad técnica de reducir las grandes explotaciones y ampliar las pequeñas, porque tanto los latifundios como los minifundios, aparte los costos económicos, la actual situación provoca otros costos sociales, entre los que destaca el paro. Sin embargo, la transformación necesaria deberá realizarse serenamente en base a estudio de sectores y de calidad de los terrenos. Los sociólogos reunidos en Salamanca se inclinaron, en buena medida, por un modelo de reforma agraria que aúne la socialización y la privatización de las estructuras agrarias.