El Polisario admite como "probable" su responsabilidad en el ataque al pesquero español
El Polisario no ha confirmado todavía de una forma oficial su participación en el ataque, el domingo por la noche, al pesquero español Saa, pero señaló ayer en Argel que, en numerosas ocasiones, ha reiterado que las aguas del Sahara son también,«una zona de guerra».Un portavoz del movimiento saharaui declaró a EL PAIS que todavía no tienen detalles en Argel del incidente ocurrido en las aguas del Sahara occidental. «Es probable que sean nuestros combatientes quienes realizaron el ataque y, en tal caso, no sería de extrañar, pues ya hemos advertido que no permitiremos que se faene imprudentemente en nuestras aguas jurisdiccionales», dijo la fuente citada.
En opinión del diputado del PSOE Manuel Marín, que integra el grupo de parlamentarios y sindicalistas españoles invitado por el Polisario, el frente saharaui ha manifestado que la liberación de los técnicos franceses y de los pescadores españoles -si se confirmara que han sido capturados por ese movimiento- puede solucionarse a través de la negociación política.
El Polisario ha denunciado la doblez del Gobierno francés, que inmediata conclusión de las conversaciones franco-saharauis. Uld Salek, uno de los negociadores del Frente, ha señalado que si la cuestión de los franceses desaparecidos en Zuerat está «prácticamenle liquidada» queda por resolver un elemento esencial, puesto que su organización sigue sin recibir la lista de prisioneros saharauis en poder de Mauritania, lo que permitiría llegar a un acuerdo.
Acerca del clima que reina en las conversaciones entre el emisario francés Claude Chayet y el Polisarío, representado por Omar Handrani y Uld Salek, este último ha declarado que el Frente tiene la impresión de que Francia prepara una agresión militar a partir de Mauritania. Ese temor ha sido recogido por el presidente Huari Bumedian a través de un discurso a la nación argelina y un nuevo mensaje dirigido a la presidencia de la Organización de Países No Alineados.
Bumedian, después de atacar a la monarquía alauita y considerar que el sistema político argelino «es mucho más democrático que las prácticas del besamanos imperantes en Rabat», aseguró que Argelia desea solucionar políticamente las diferencias actuales con Marruecos y Mauritania, a condición de que ambos países den prueba de la misma voluntad y ádmitan el sacrosanto derecho a la autodeterminación de los saharauis.
Las expresiones más duras de su discurso fueron dirigidas hacia el Gobierno francés, al que acusó de tratar de conservar a todo precio una zona de influencia africana, para lo cual París no habría vacilado en correr el riesgo de una intervención militar en esta región, amparado por los requerimientos de Hassan II y del presidente mauritano Uld Dadah.
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