Somalia expulsa a los asesores soviéticos y diplomáticos cubanos
Somalia ha denunciado su tratado de amistad y cooperación con la Unión Soviética y concedido un plazo de siete días para que los asesores soviéticos abandonen el país, al mismo tiempo que ordena a los diplomáticos cubanos que abandonen Somalia en 48 horas. Esta medida supone un espectacular cambio de alianzas en el «cuerno de Africa» que no tiene precedentes desde que los asesores soviéticos fueron expulsados de Egipto en 1972.
La decisión de Mogadiscio fue comunicada por la radio somalí el domingo. Fue adoptada por la Comisión Central del Partido Socialista de la Revolución Somalí, tras un debate que duró diecinueve horas. La medida comporta también la reducción de las representaciones diplomáticas en Moscú y Mogadiscio. Los dirigentes somalíes han llegado a este punto de ruptura a causa del apoyo soviético al régimen etíope. A Cuba se le reprocha el envío de 10 a 15.000 soldados al frente de Ogaden para combatir a los guerrilleros prosomalíes. La Habana ha negado tal afirmación.Tanto la URSS como Cuba mantienen silencio ante la decisión adoptada por Somalia. El régimen socialista somalí, presidido por Siad Barre, se había convertido en 1974 en el primer país del Africa negra que establecía un tratado de amistad con la URSS, que incluía facilidades portuarias a la flota soviética en el océano Indico, que ahora cesarán.
La guerra del Ogaden, iniciada hace cuatro meses, marcó el alejamiento de Somalia, ya que Moscú apoya al régimen etíope y sus tesis de que Ogaden forma parte de su territorio nacional, basadas en el principio establecido en la carta de la OUA, de la intangibilidad de las fronteras coloniales, heredadas de la colonización. Esta provincia se encuentra ocupada en su mayor parte por las guerrillas prosomalíes, que según Etiopía están formadas por unidades regulares del ejército de Somalia. Mogadiscio reivindica ,esta región, incorporada a Etiopía a finales del pasado siglo. Moscú, que volcó su apoyo sobre Etiopía, intentó forzar una mediación entre las dos partes. Por su parte, Cuba también lo intentó. Durante su visita a Mogadiscio y Addis Abeba, en marzo pasado, Fidel Castro in tentó que ambos Estados formasen una federación, en la que estaría incluido Yemen del Sur.
El pasado mes de agosto el presidente somali Siad Barre visitó la capital soviética, pero sus conversaciones en el Kremlin no sirvieron para evitar el deterioro de las relaciones entre los dos Estados. Un mes antes se había especulado con una inminente ruptura entre Moscú y Mogadiscio, pero Siad Barre ha estado meditando este paso, ya que los envíos de armas prometidos por Estados Unidos, Francia y República Federal de Alemania fueron cancelados a última hora, ante la agravación del conflicto del Ogaden. Por otro la do, la ayuda económica que ofrecían los países árabes, en especial Arabía Saudita, parecía estar condicionada a una ruptura con Moscú. Somalia cambiará ahora sus fuentes de ayuda militar y económica para suplir el equipo soviético. La URSS había convertido al ejército somalí en uno de los mejor preparados y armados de la región. Hace un mes Moscú redujo al mínimo sus envíos de material bélico, incumpliendo así su compromiso establecido en el tratado de 1974. Esta situación puede plantear problemas a Somalia en Ogaden, ante la inminencia de una contraofensiva etíope.
El pasado fin de semana, el ministro de Asuntos Exteriores de Somalia visitó Irán, en busca de armas, y Sudán, país que ha venido actuando como intermediario en las conversaciones sobre ayuda financiera saudita.
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