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Peligra el Teatro nacional de Londres

El Teatro Nacional británico padece graves dificultades financieras que podrían acabar con su cierre total o con el de alguna de sus salas.El complejo teatral fue creado hace sólo año y medio en la ribera sur del Támesis, en Londres, junto a otros edificios dedicados al cine, a la música y a las artes plásticas. Fue construido por uno de los mejores arquitectos británicos, Denis Lasdun, con un presupuesto total de diecisiete millones de libras, unos 6.500 millones de pesetas.

El Ayuntamiento de Londres ya no puede aguantar el déficit, que según el director del teatro, Peter Hall, podría enjugarse en el futuro gracias a las excelentes entradas que se van obteniendo.

Las críticas que recibe Hall obedecen también a lo que ha supuesto en el Reino Unido el Teatro Nacional. La concentración de los fondos estatales en el edificio que lo alberga ha llevado al descuido de otros teatros provinciales y compañías subvencionadas, que languidecen frente al monstruo de hormigón armado que se alza de modo majestuoso frente a uno de los paisajes más hermosos de la capital británica.

En los últimos tiempos ha habido campañas en la prensa contra algunas empresas culturales que, como el Teatro Nacional, disfrutan de subvenciones oficiales. A pesar de que las razones para arremeter con unas y contra el otro son distintas, en el fondo subyace la misma reacción.

Uno de los organismos más atacados ha sido el ICA. (Instituto de las Artes Contemporáneas), uno de los últimos reductos de la cultura underground londinense. Tras la puesta en escena de una obra en la que las actividades sexuales se presentaban de modo explicito.

El ataque contra el Teatro Nacional tiene un trasfondo menos cultural, aunque no cabe duda de que tanto el Ayuntamiento de Londres como los organismos que reparten dinero para sostenerlo se hallan alarmados ante la recuperación que la juventud y la vanguardia británicas han hecho de esas magníficas instalaciones. A pesar de que el teatro clásico y el convencional tienen sus salas dispuestas y repletas, otra sala más pequeña, la que se dedica a obras experimentales, va agrandándose y llenándose de grupos de estudiantes y de profesionales ingleses que se resisten a perder la creatividad y la imaginación.

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