Diecinueve mil millones de pesetas para la cultura española

«Los últimos veinte días los hemos dedicado a la «pelea presupuestaria» que consideramos básica. En uno o dos Consejos de Ministros esperamos poder contar ya con una cantidad para 1978 que en estos momentos oscilaría alrededor de los 19.000 millones de pesetas», señaló el ministro de Cultura, Pío Cabanillas, en el transcurso de una rueda de prensa que se celebró ayer en Madrid, y que forma parte del plan previsto de reuniones mensuales con los medios informativos.

En este sentido hay que matizar que en esos 19.000 millones se excluye la cantidad prevista para pagar los salarios de los funcionarios «heredados» de la AISS que, inicialmente, se aproximaba al 50% del presupuesto global y que, al parecer, serán financiados a través de Presidencia, al menos en su mayor parte.El señor Vedero, director general del Patrimonio Artístico confirmó la creencia de que «constantemente están desapareciendo bienes del Patrimonio Nacional o de patrimonios privados». A la pregunta de si se tenía previsto integrar en su dirección general los fondos y actuaciones del Patrimonio Nacional, regido por el señor Fuertes de Villavicencio en la actualidad, además de inventariar sus bienes, respondió que en la actualidad se está trabajando en una ley de Patrimonio Artístico Nacional en la que se incluirán todos los bienes nacionales.

El tema del cine y su inminente modificación legal en lo que atañe a la desaparición de la censura, la desaparición de las salas de Arte y Ensayo, la cuota de pantalla (el número de películas nacionales que se han de exhibir en las salas comerciales en proporción con los filmes extranjeros) y el control de taquilla ocupó buena parte de la reunión informativa. En el próximo Consejo de Ministros de mañana, viernes, no se tratará ninguno de estos temas, algunos de los cuales se aprobarán en el siguiente Consejo. La censura -como se había informado- desaparece.

En su lugar se crea una comisión de calificación -que el propio director general de Cinematografía, señor Benítez de Lugo, se encargó de aclarar que no tendría relación con «el pasado histórico inmediato» en lo que se refiere a sus componentes, será la encargada de calificar los filmes como de exhibición normal, o películas «X», lo que en términos convencionales se suele denominar películas «porpográficas». La cuota de pantalla parece ser que establecerá en una relación de dos por uno (dos filmes extranjeros y uno nacional, de exhibición obligatoria). La desaparición de las salas de Arte y Ensayo -que se da como hecho- conllevará una serie de, problemas para la visión de filmes de calidad e interés artístico, si bien ello podrá ser comentado con mayor rigor cuando se publique el mencionado decreto. Por último, el control de taquilla -reivindicación secular de los distribuidores y productores cinematográficos- se demorará un cierto tiempo a la espera de definir el mejor de los métodos posibles.