Extraño secuestro de un joven en Eibar
Un joven de diecinueve años, Gabriel Campana Celemin, fue protagonista, durante la noche del miércoles al jueves, de un extraño secuestro que se desarrolló entre las poblaciones guipuzcoanas de Eibar y Placencia de las Armas.Según la información que obra en poder de la Guardia Civil de San Sebastián, Gabriel Campana fue abordado por dos desconocidos cuando se encontraba en el interior de su coche, un Seat 124 matrícula SS-4735-E. A punta de pistola le obligaron a pasar al asiento posterior para colocarle luego unas gafas de soldador ennegrecidas por dentro.
En su propio vehículo le trasladaron por espacio de algunos minutos, dejándole finalmente maniatado en la carretera que conduce al santuario de Arrate, no sin antes advertirle de que no se quitase las gafas ni se moviese del lugar, porque iría a buscarle la policía. Transcurrido algún tiempo, el joven consiguió soltarse y se dirigió a Eibar a pie. Hacia las dos de la madrugada, el padre de Gabriel Campana recibía una llamada telefónica a través de la cual le notificaron de la situación en que se encontraba su hijo y de que el coche estaba aparcado delante de la casa. Al momento llegaba su hijo.Este tipo de secuestros se ha prodigado a lo largo de este año en el País Vasco. Dejando a un lado el extraño caso del ingeniero que permaneció. secuestrado varios días -quizá por error- y que fue liberado sin ningún rescate, al menos en tres ocasiones otros tantos taxistas han sufrido experiencias de esta naturaleza.Una técnica similar fue la que empleó un comando de ETA el 13 de marzo último en Mondragón.
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