Ciento cincuenta mil personas piden amnístia en San Sebastián

San Sebastián - 04 sept 1977 - 00:00CEST

Alrededor de 150.000 personas en San Sebastián y 30.000 en Vitoria es el balance de la activa participación en las dos últimas manifestaciones populares en favor de la amnistía celebradas en el País Vasco en las últimas horas. La campaña proseguirá en los próximos días y ya se anuncian para el día 9 nueva manifestación en San Sebastián y para el día 10 en Pamplona.La mayor concentración de la historia de Guipúzcoa, unas 150.000 personas, se registró ayer tarde a las siete y media en el bulevar y alrededores de la parte vieja de San Sebastián. La manifestación comenzó a desplazarse lentamente entre decenas de gritos y consignas haciendo imposible la labor de los organizadores de evitar aquellas consignas no autorizadas. No se produjeron incidentes ni intervención de la policía. Apala, Larena, Chivite, Askatu (Libre), ETA, erriazu rekin (ETA, el pueblo está contigo), Independencia gure borroka da (La independencia es nuestra lucha) y goras a Euskadi libre y socialista, fueron las consignas más coreadas. A intervalos la multitud se detenía y puños y uves en alto entonaban el Eusko Gudariak. Una gran pancarta pidiendo la amnistía para Apala, Larena, y Chivite, y amnistía total abría la marcha. Detrás,banderas de todos los partidos y pancartas de la Copel y del FRAP.

Al paso de la manifestación, jóvenes con sprais borraban las pintadas de la extrema derecha, transformándolas. El diputado por Euskadiko Esquerra, Francisco Letamendía, estaba, igual que en la pasada manifestación de Bilbao, entre los organizadores. Además se encontraban también presentes el senador por Euskadiko Esquerra, Juan María Bandrés, y el diputado Goyo Monreal. La manifestación había sido convocada por la mayoría de los partidos y organizaciones juveniles de todo tipo, salvo PNV, PSOE y PC.

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No hubo incidentes en la manifestación pro amnistía de San Sebastián

(Viene de primera página)Después de recorrer el centro de la ciudad se volvió al punto de partida donde se leyó un extenso comunicado de los partidos organizadores, en su mayoría no legalizados. El citado comunicado criticaba duramente la actuación de los Estados español y francés, causantes, según ellos, de los muertos en la última semana pro amnistía, de la extradición y existencia de presos políticos, y de la propia situación de Apala, rehén de ambos Estados. Los partidos se pronunciaron ante los gritos de la multitud por la amnistía total, la disolución de los cuerpos represivos, la elaboración popular del estatuto de autonomía y la legalización de todos los partidos.

Seguidamente uno de los extrañados allí presentes, Izko de la Iglesia, tomó la palabra, en nombre de sus compañeros, entre atronadores aplausos de la multitud, para anunciar una nueva etapa de lucha en la que las clases populares podrán alcanzar su objetivo: proceso que pasa hoy en Euskadi por la amnistía total y el estatuto de autonomía.

Finalmente hizo un llamamiento a la unidad de todo el pueblo y especialmente de la unidad nacionalista vasca. A las nueve y media de la tarde, los manifestantes comenzaron a dispersarse. La policía no intervino ni hizo acto de presencia.

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