Posible deterioro de las relaciones entre Israel y Estados Unidos
La decisión del Gobierno israelí de establecer tres nuevas colonias en el territorio ocupado de Cisjordania, contribuirá a empeorar las relaciones entre Washington y Tel Aviv, a la vez que supondrá un nuevo obstáculo para el reinicio de la conferencia de Ginebra y para la consecución de la paz en Oriente Próximo.
Desde que el primer ministro, Menahem Begin, visitara Estados Unidos, hace ahora un mes, se han anunciado tres importantes decisiones de Israel que evidencian su intención de no devolver la orilla occidental del río Jordán, ocupada en la guerra de 19157. Primero fue la legalización de tres colonias judías existentes en CisJordania, después la extensión de los «servicios sociales» de Israel a la zona ocupada, y por último, el establecimiento de estas tres nuevas colonias.Según los portavoces israelíes en Jerusalén, su Gobierno nunca se ha comprometido a no establecer asentamientos en los territorios ocupados a Jordania, Egipto y Siria en la guerra de 1967, y los tres nuevos asentamientos en Yatir, cerca de Hebron, Zur Nathan, cerca de la población israelí de Petah Tikval y Mevo Heron, en la carretera a Jerusalén, habían sido decididos por el anterior Gobierno laborista.
Reacción más moderada del departamento de Estado
Las mismas fuentes añaden que Tel-Aviv rechaza la acusación de que las nuevas colonias judías violan la ley internacional.
El portavoz del departamento, Bodding Carter, dijo que la postura de Estados Unidos sobre el establecimiento de nuevas colonias en la zona ocupada era la misma ahora que a finales del mes pasado, cuando se anunció la legalización de las otras tres colonias, es decir, que la acción se considera «un obstáculo para el proceso de consecución de la paz» en Oriente Próximo.
El portavoz del departamento de Estado añadió que se esperaba conocer detalles concretos de la acción israelí y que el embajador norteamericano en Tel Aviv, haría llegar al Gobierno judío los puntos de vista de Washington. No se descarta, por tanto, que la Administración Carter haga en los próximos días una declaración de cierta dureza, condenando la acción del gobierno derechista de Begin.
En una conferencia de prensa celebrada el mes pasado, el presidente Carter dijo que había pedido a Begin que no aprobara la creación de nuevas colonias judías en los territorios ocupados, porque ello pondría en peligro la reapertura de las conversaciones de Ginebra. Según el propio Carter, el primer ministro israelí le escuchó atentamente, pero no le hizo ninguna promesa al respecto.
Begin, que considera a Cisjordania «territorio liberado» y -lo llama- «Samaria y Judea», ha rechazado las propuestas de paz norteamericanas para la zona, al mostrarse totalmente intransigente en lo que respecta a la devolución de la orilla occidental del río Jordán y el corredor de Gaza, y al negarse al establecimiento de una «entidad» palestina en el área y a cualquier tipo de contactos con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
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