El sector agrario, foco del subdesarrollo gallego
«El subdesarrollo de Galicia se localiza en el sector agrario.» Esta es la conclusión más destacada del estudio económico La agricultura gallega en 1976, publicado por el servicio de estudios de la Caja Rural de Orense y presentado ayer a los medios informativos.El estudio contiene una amplia información estadística partiendo del análisis de la economía mundial, para seguir por la española y concluir con el de la economía gallega en el último ejercicio desde el punto de vista estructural y coyuntural.
La novedad de este estudio, que se publica por segundo año consecutivo, radica en el capítulo dedicado a la localización de subdesarrollo gallego que inicia con datos de la distribución sectorial de empleos, que, por lo que se refiere al sector primario en Galicia, se eleva al 52,7 % mientras que a nivel español es del 25,1 % y lo normal en países desarrollados es que no supere el 10 %. Analiza seguidamente el producto interior bruto por empleo dentro del sector agrario gallego, que se eleva a poco más de 48.000 pesetas, frente a las 208.000 pesetas del sector pesquero; las 246.000 pesetas del industrial, y las 295.000 del sector servicios. Además, el sector agrario a nivel nacional registra una media de 127.000 pesetas para el producto interior bruto por empleo. De ahí señala el estudio, que definir e¡ subdesarrollo gallego a través de su situación media, expresada por la renta per cápita o del producto interior bruto medio por empleo, conduzca a interpretaciones, inexactas.
No se puede hablar de economía gallega como un todo y calificar la misma de subdesarrollada respecto a la media nacional. Como mínimo existen, en términos de desarrollo, dos Galicias: una con un desarrollo, similar a la media nacional y que se localiza en la industria y los servicios, y otra sensiblemente subdesarrollada respecto a la media nacional y respecto a la situación media de Galicia, y que se localiza en el sector agrario.
Dentro del estudio económico se hace un amplio análisis del tipo de soluciones señalándose en primer lugar la necesaria industrialización que hay que llevar a cabo en Galicia, así como una serie de medidas de desarrollo a poner en marcha entre las que resaltan la industrialización de los productos agrarios; el desarrollo de la «agricultura de grupo", la creación del Banco de Tierras que se propone como solución para la compra de tierras a emigrantes con destino a campesinos que permanezcan en el campo; la agrupación de empresarios agrarios, y la integración vertical de actividades.
Finalmente, el estudio concluye señalando que la política económica debe de prestar especial atención al problema de la emigración o trasvase del excedente de mano de obra agrario a los sectores industrial y de servicios.
