Prácticas de verano en RTVE

El parto de unos medios de comu nicación democráticos parece que va a ser mucho más laborioso de lo esperado en un principio. Y para ello valga denunciar un atropello más contra la profesión periodísti ca y la dignidad de las personas que pretenden ejercerla. Este es el caso de las prácticas de verano de RTVE. Se convocan todos los años y se otorgan -sin ningún examen, ni contacto previo con el solicitante- estudiando el expediente académico del alumno, dato insuficiente a todas luces para juzgar la capacidad del mismo, así como su necesidad para realizar las citadas prácticas. Como anécdota valga decir que a unos compañeros míos, al ir a retirar el modelo de instancia en el Instituto Oficial de Radio y Televisión, los propios bedeles del centro les animaron a desistir de su empeño. «si no llevaban el enchufe pertinente». Este año les han sido denegadas las prácticas a alumnos de quinto curso y con brillante expediente académico, que carecían de ayudas especiales. Por el contrario han conseguido beneficiarse de la beca alumnos de cursos inferiores, que ya las habían realizado en ése mismo medio años anteriores, extremo que- atenta contra la cláusula III de la convocatoria que dice: «Será condición indispensable para la admisión de solicitudes que los postulantes que no hayan realizado prácticas anteriormente en RTVE ni tengan relación laboral con el propio servicio público.

Asimismo, se han concedido profesionales que vienen trabajando de modo fijo y remunerado en un importante diario madrileño. Ambos, extremos son perfectamente demostrables.

RTVE, que ya de por sí era un coto cerrado, al no haber -desde hace mucho tiempo- oposiciones ni acceso por examen al mismo, cierra ahora una puerta más; esta vez más pequeña, pero significativa.

Le recuerdo al señor Ansón la necesidad de acabar con los «padrinazgos», que tanto perjudican a los que sólo cuentan con su preparación e interés personal por la profesión. El propio señor Ansón así lo había dado a entender en una de las circulares que periódica mente envía a sus empleados: «Todos ustedes tendrán la tran quilidad de trabajar en una insti tución del Estado al servicio de la comunidad nacional y bajo el con trol del Parlamento.

Pregunto ahora: ¿Bajo el control de quién?