PSOE y PNV quieren acelerar la consecución de la autonomía vasca

Los dos partidos con mayor peso electoral en Euskadi (PNV y PSOE) han llamado a cónclave a sus respectivos parlamentarios para definir posiciones sobre la autonomía, en un intento de recuperar parte del terreno perdido en relación con Cataluña.

El PSOE, acusado de tibieza en sus planteamientos autonómicos, ha sorprendido de salida a las demás fuerzas políticas con el anuncio de que tiene ya elaborado un proyecto de ley sobre el establecimiento de un régimen transitorio en el País Vasco hasta tanto no se apruebe el estatuto de autonomía. Este proyecto de ley va a ser presentado hoy al Gobierno vasco, cuyo papel entienden los socialistas que debe ser potenciado en esta fase negociadora de la autonomía.A este respecto propone el PSOE que se establezcan relaciones permanentes entre la Asamblea de Parlamentarios y el Gobierno vasco, y que éste, como símbolo de las libertades vascas, esté presente en el transcurso de todas las reuniones que, para tratar del estatuto de autonomía, se celebren en Madrid.

La potenciación del Gobierno vasco, todavía en el exilio, tropieza con una dificultad inicial, consistente en que esta institución es heredera legítima de un poder autonómico que legalmente abarcaba tan sólo a las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa y Alava, ya que Navarra se había excluido por el plebiscito del 33. Puestas así las cosas, el PSOE reafirma a continuación su reconocimiento de la peculiaridad de Navarra, al mismo tiempo que manifiesta su convencimiento de que existen fórmulas adecuadas para articular una autonomía conjunta para todas las regiones vascas.

Navarra, el problema

En este tema hay que buscar la explicación de por qué los partidos vascos no han avanzado hasta ahora tanto como Cataluña, que no tiene planteado ningún pleito interno sobre el marco geográfico de su estatuto de autonomía. No ocurre otro tanto en el caso de Euskadi, ya que precisamente la fuerza mayoritaria en la circunscripción de Navarra (UCD, con seis parlamentarios de nueve) defiende una autonomía separada de los vascos.Para salvar este escollo, los socialistas anuncian el inmediato inicio de conversaciones con los parlamentarios navarros de UCD a fin de llegar a un acuerdo para que se incorporen a las negociaciones que habrán de llevarse a cabo con el Gobierno central.

El PSOE subraya, por otra parte, la contradicción existente en el hecho de que parlamentarios centristas de Alava y Vizcaya hayan suscrito el compromiso autonómico, que afecta también a Navarra, mientras que sus compañeros de partido en esta circunscripción electoral defienden una opción autonómica diferente.

Los socialistas manifiestan, por último, su sorpresa ante las explicaciones que les han pedido los comunistas navarros por la presencia de dos diputados socialistas de Navarra en la Asamblea de Parlamentarios vascos. Recuerda el PSOE que el Partido Comunista de Euskadi suscribió el compromiso autonómico y que en su día manifestó que sus colegas navarros estaban de acuerdo en todo su contenido.

Tanto el PNV como el PSOE insisten en que Navarra forma parte de Euskadi, posición defendida, asimismo, por los diputados alaveses y vizcaínos de UCD, pero no por los que este partido tiene en Navarra. Si las posiciones se vuelven irreductibles, los nacionalistas vascos están dispuestos a ir a un plebiscito «a cara de perro».

Hace falta saber ahora qué posición va a adoptar UCD a escala nacional. Como punto de partida resulta inquietante que su portavoz, Leopoldo Calvo-Sotelo, separase expresamente a Navarra y al País Vasco cuando presentó el programa de su partido en las Cortes. Pocos son los que creen que pudiera tratarse de un desliz.

«De todos modos, y si en última instancia los navarros deciden ir en solitario -declaró el diputado nacionalista Xabier Arzallus-, estamos dispuestos a empezar si es necesario con Alava, Guipúzcoa y Vizcaya, igual que lo hicimos ya en la República, teniendo siempre bien presente que para nosotros Navarra forma parte de Euskadi y que volveríamos a plantear el tema en la primera ocasión favorable.»

El proyecto del PNV

En lo que respecta a la posición autonomica que va a defender el PNV, su programa se mueve en dos direcciones: el estatuto del 36, por una parte, y la restauración foral, por otra. Este segundo camino, aceptado al parecer por la UCD, facilita, a juicio de los nacionalistas, el paso previo a la autonomía, ya que significa restaurar unos regímenes homologables en las cuatro provincias, que se articularían entre sí en una segunda fase.El régimen foral no cuenta, sin embargo, con el apoyo del PSOE, debido a una cuestión, por otra parte, bien simple: los fueros se basan en el poder municipal, que favorece a los partidos con un mayor asentamiento en las zonas rurales.

El restablecimiento de un poder autonómico transitorio no preocupa especialmente al PNV, porque entiende que la aprobacion del estatuto no se demorará más de un año. Lo que sí considera importante es avanzar en el logro de una unidad administrativa de las cuatro provincias, a fin de sentar las bases para el ulterior trasvase de competencias. De cara a esta unidad administrativa, el PNV ha iniciado un completo estudio técnico.

El estatuto de autonomía que preparan los nacionalistas vascos, y cuyo borrador fue anticipado hace ya algunas semanas por EL PAIS, incluye el control de las fuerzas de orden público, mientras que UCD entiende que este tema debe seguir dependiendo del poder central. El PNV no está dispuesto a transigir en este terreno, porque las fuerzas del orderi dependían ya del Gobierno autonómico en el estatuto del 36 y no es aceptable rebajar el nivel adquirido entonces.