Las últimas bestialidades de Oriol Tramvia
Cuando la década de los felices sesenta daba sus últimos coletazos, la juventud «progre» del área lingüística catalana cantaba los temas más destacados del folk internacional, temas que le llegaban vía «Grup de Folk de Barcelona», grupo en el que coexistían elementos hoy tan dispares como Jaume Arnella y Pau Riba. Uno de los culpables de la popularización de temas como Kumbaya o No serem moguts fue Oriol Pons, que más tarde desapareció junto con el Grup, para volver a pisar los escenarlos hace dos años y por libre en la celebración del Canet/Roc, donde volvería a actuar el año pasado, ahora ya por derecho propio, y donde volverá a estar el próximo día 30 durante la Gran festa de la Lluna plena.En su reaparición pública, Oriol Pons ha abandonado su apellido para adoptar el nombre de guerra de Oriol Tramvia, un nombre de guerra tan sonoro como el que ha utilizado para bautizar su primer elepé: ¡Bestia! Este nuevo disco, al que podríamos incluir dentro de la denominación de contra cançó, aunque Oriol no es amigo de las etiquetas, fue grabado en directo durante las actuaciones de Oriol Tramvia y el grupo Bhakta el pasado octubre en Zeleste, la sala de Barcelona por la que van desfilando los músicos, cantantes y grupos más avanzados de todo el Estado español.
La idea de hacer un primer elepé en directo es del propio cantante, que no ha querido engañar a nadie ofreciendo un producto de estudio altamente tecnificado pero diferente a cualquiera de sus actuaciones. Y a juzgar por lo oído, esta sensación de autenticidad ha sido conseguida en este ¡Bestia!, donde incluso es posible encontrar musicados a Salvador Espriú y Salvat-Papasseit de una manera totalmente diferente a cómo lo habían sido hasta la fecha.
Oriol Tramvia pertenece a una generación hija de Raimon y los Beatles, y musicalmente sus fuentes van desde Chik Corea hasta Emili Vendrell. Es la cançó y es el rock, es la cultura de barriada y es el jazz, todo bien mezclado, y todo ello puede apreciarse en este primer elepé, donde junto a los poemas de Espriú y Salvat-Papasseit podemos encontrar canciones tradicionales catalanas y temas escritos por el propio Oriol Tramvía, todo bajo el común denominador del rock y un cierto tinte irónico.
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