La bomba neutrónica contradice los derechos humanos
Ninguna capital europea se ha sentido tan sacudida cómo Bonn por la nueva bomba de neutrones norteamericana. El secretario general de la Socialdemocracia (SPD), Egon Bahr, que la semana pasada la había calificado de «símbolo de la perversion del pensamiento humano», vuelve ahora a la carga y añade que «la bomba de neutrones contradice seriamente la defensa de los derechos humanos».Para Balir, el hecho de que esta bomba, que abre la segunda generación del armamento atómico, dañe preferentemente las vidas humanas sobre los objetos materiales, supone una «inversión de los valores».Por su parte, el ministro federal de Asuntos Exteriores y presidente del Partido Liberal (FDP), Hans Dietrich Genscher, pidió ayer que se evite el «acento antinorteamericano» en las discusiones sobre la misma. En una entrevista al diario Frankfurter Rundschau de ayer, Genscher dice que está en juego la espiral del rearme y que son los soviéticos los únicos que con su actitud pueden frenar la fabricación norteamericana del nuevo ingenio.
Mientras tanto, la oposición cristianodemócrata y socialcristiana ha saludado el comunicado de la bomba como «el primer paso en serio para que los europeos puedan hacer frente a las divisiones soviéticas».
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