Carter sólo apoyará un Estado palestino bajo tutela jordana

El presidente Carter piensa que un acuerdo pacífico en Oriente Próximo debe incluir el restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas entre Israel y sus vecinos árabes, y se muestra partidario de que la futura «entidad» palestina en la zona esté vinculada al reino de Jordania y que no tenga carácter de Estado independiente.

Durante una audiencia en la que recibió en la Casa Blanca a 53 líderes de comunidades judías estadounidenses, Carter se mostró optimista respecto a la posibilidad de llegar a un acuerdo de paz en Oriente Próximo dentro de unos meses, quizá para finales de año. El presidente norteamericano resaltó que el eje central. de su política en este área tiene como objetivo el conseguir la seguridad y la paz permanente para Israel.Aunque Jimmy Carter había manifestado en una reciente conferencia de prensa que su Administración no volvería a manifestarse sobre Oriente Próximo hasta que tenga lugar la visita del primer ministro israelí, Menahem Begin, a Washington, aprovechó su entrevista con los representantes del poderoso grupo de presión judío para matizar algunos aspectos de anteriores declaraciones.

Por ejemplo, y según uno de los asistentes a la reunión, el presidente señaló el peligro que podría representar un Estado palestino independiente en la zona, susceptible de ser influenciado por Libia y la Unión Soviética y' de convertirse en una base de radicalismo junto a la frontera israelí. Tanto Carter como su vicepresidente, Walter Mondale, se refirieron no hace mucho a la necesidad de crear una patria palestina, o una «entidad» como dijo Mondale, pero sin dar mayores detalles de cómo podría formarse la misma, en que territorios y con qué grado de autonomía política. Ahora parece claro que Estados Unidos apoyará la creación de tal «entidad», siempre que esté ligada al Estado jordano.

Para contrarrestar las críticas de los sectores judíos que alegan que Carter está exigiendo más a Israel que a los árabes para la consecución de un arreglo pacífico, el presidente resaltó que los vecinos de Israel deben mostrar deseos de llegar a una paz real. Para ello, el acuerdo implicaría un compromiso de establecer plenas relaciones diplomáticas con Tel Aviv, apertura de fronteras, libertad de comunicaciones, intercambio. comercia y turístico y libre derecho de paso y transporte.

Carter reconoció que algunos de estos conceptos serían «muy duros de aceptar para los árabes», pese a lo cual se reafirmó en su optimismo sobre la pronta firma de un acuerdo de paz. Uno de los dirigentes judíos asistentes a la reunión de la Casa Blanca, Alexander Schindler, se mostró «Particularmente complacido» por los puntos de vista del presidente y voló ayer a Tel Aviv para informar a los líderes israelíes de sus conversaciones con Carter y otros altos cargos de la nueva Administración norteamericana.

Por su parte, el Gabinete israelí mantendrá una reunión la semana próxima para preparar la visita del primer ministro, Begin, a Estados Unidos, el 19 de julio. Muy probablemente, los israelíes propondrán que se deje para más adelante el debate sobre la retirada de la orilla occidental del río Jordán y que se discuta antes la cesión de otros territorios ocupados por Israel, como el Sinaí y los altos del Golán. El ministro de Defensa israelí, Moisés Dayan, dijo ayer al derrotado candidato a la vicepresidencia de Estados Unidos, Robert Dole, que el momento actual era el mejor en los últimos treinta años para negociar la paz con los árabes.