Temas económicos en la primera jornada de la "cumbre" de la CEE
Tres banquetes y más de tres horas de discusión cubrieron ayer en Londres la primera jornada de la reunión de jefes de Gobierno y de Estado de la Comunidad Económica Europea. Aparte del tema de la ampliación de la CEE, en cuyo contexto se habla de la probable solicitud de España, la agenda de la conferencia incluye la consideración de acciones concertadas a nivel europeo para detener la inflación y aliviar el desempleo. La República Federal de Alemania ha recibido llamamientos de algunos de sus colegas comunitarios, especialmente Gran Bretaña, para que relance su economía de acuerdo con sus presentes recursos.
El punto muerto en el que se halla el proyecto de creación de energía nuclear con el que la CEE quisiera garantizar energía barata hasta principios del próximo siglo podría quedar resuelto hoy, aunque no hay excesivo optimismo al respecto. Gran Bretaña está dispuesta a ofrecer un lugar cercano a Oxford para situar la factoría termonuclear que se pretende construir. Para lograr tal concesión, al Gobierno de Londres se le pide que contribuya sustancialmente al presupuesto de la CEE. Una contribución británica en ese sentido podría hacer que Helmut Schmidt, canciller alemán, aceptara que el proyecto no se concentre en su país.En las últimas horas, el aspecto político más interesante de la reunión de jefes de Gobierno de la Comunidad ha vuelto a ser el de la ampliación de la CEE, tras las declaraciones del ministro de Exteriores holandés sobre la necesidad de asegurar que la Comunidad esté formada siempre por Gobiernos democráticos. Una sugerencia de ese carácter fue planteada hace un mes por el titular británico de Asuntos Extranjeros, doctor David Owen, que planteó la cuestión de qué ocurriría si uno de los miembros actuales o futuros abandona de la noche a la mañana los hábitos democráticos.
Esa cuestión podría figurar en el contexto de la discusión de las solicitudes de ingreso de Portugal y Grecia. En Londres no han sorprendido los recientes informes que indican que el Gobierno de Madrid no parece ahora demasiado dispuesto a dirigirse inmediatamente a la CEE. Sin embargo, países como Gran Bretaña van a insistir en que una ampliación futura de la Comunidad debe incluir a España y es probable que haya una declaración en ese sentido.
Sin embargo, la impresión reinante sobre el tema de la ampliación es que la visión general de los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios es similar a la mantenida en ocasiones anteriores: es decir, retrasar la entrada de nuevos miembros en la CEE.
Manifestación anticomunitaria
Mientras los máximos dirigentes de los nueve países de la CEE estaban reunidos en un almuerzo de trabajo, que duró cuatro horas, en la residencia de Lancaster House, cerca de un centenar de personas realizaron una manifestación contra la permanencia de Gran Bretaña en la Comunidad Europea. «Buen almuerzo, nosotros no nos lo podemos permitir», gritaron a coro los manifestantes, que con anterioridad habían acogido a los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios con gritos de «fuera, fuera».
Una de las pancartas exhibida decía: «Que Gran Bretaña abandone la Comunidad.» Por su parte, uno de los portavoces de la manifestación expresó a los periodistas su decepción por la experiencia de la pertenencia del Reino Unido a la CEE. «Podemos y debemos salir», afirmó.
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