El Senado USA asigna fondos para la construcción de la mortífera "bomba de neutrones"

Un comité del Senado norteamericano aprobó ayer la provisión de fondos para el programa militar de construcción de la nueva «bomba de neutrones», una versión sofisticada de la bomba atómica que produce la muerte a los seres vivos, pero sin dañar el entorno físico. La fabricación de esta nueva arma no sé iniciará, sin embargo, hasta que el presidente Carter de su aprobación al proyecto.

La «bomba de neutrones» está destinada a servir de cabeza explosiva al misil lance, un proyectil táctico de un alcance cercano a los cien kilómetros, lo que permite su utilización en el campo de batalla. Frente a las bombas atómicas «clásicas», esta nueva versión produce menos calor, explosión y radiación, pero libera grandes cantidades de neutrones -partículas atómicas de carga eléctrica neutra-, que atacan al sistema nervioso central del hombre, causándole la muerte. En cambio, el medio físico cercano a la explosión queda prácticamente intacto.Dada la posibilidad de la «bomba de neutrones» de limitar su radiación a una zona muy reducida y sus escasos efectos en el entorno, los militares del Pentágono ven en ella un arma táctica de gran eficacia y, sobre todo, de gran credibilidad. Una de estas bombas, arrojada sobre el ejército enemigo, produciría efectos mortíferos en sólo unos minutos y permitiría la ocupación de la zona unas horas después de la explosión.

El ex presidente Gerald Ford dio su aprobación al proyecto el año pasado, pero ahora la nueva bomba no podrá comenzar a fabricarse hasta que Carter dé su visto bueno. Ello provocó una discusión en el comité de asignaciones del Senado, al oponerse algunos legisladores a la aprobación de fondos para un proyecto que podría ser vetado por la Casa Blanca. Sin embargo, el comité optó por conceder el dinero necesario para el programa de la «borriba de neutrones», cuyo coste se mantiene en secreto.

Según anunció recientemente la Casa Blanca, el presidente Carter tomará su decisión sobre la nueva bomba antes del próximo 1 de octubre. Mientras tanto, continuarán los experimentos y la preparación de la fabricación masiva de la bomba. En medios legislativos se piensa que la nueva arma afectará al desarrollo de las conversaciones SALT, sobre limitación de armamento estratégico, con la Unión Soviética, ya que el equipamiento de los proyectiles lance estacionados en Europa con la «bomba de neutrones» alteraría el equilibrio militar entre la OTAN y el Pacto de Varsovia.