_
_
_
_

Gobierno portugués, sometido a fuertes presiones sindicales

El Gobierno de Mario Soares se enfrenta al mayor movimiento de contestación sindical desde su llegada al poder. Por primera vez, la CGTP (Confederación General de los Trabajadores Portugueses, en la que predominan los comunistas) ha organizado ayer una jornada de «acción nacional» contra el aumento del costo de la vida y en defensa de las nacionalizaciones y de la reforma agraria.En la zona de aplicación de la reforma agraria, los sindicatos de trabajadores agrícolas han colocado la jornada bajo, el signo de la lucha contra la actual política del Ministerio de Agricultura, cuya actitud en favor de la devolución de «reservas» a los propietarios objeto de medidas de nacionalización ha provocado, últimamente, varios conatos de violencia entre trabajadores de las unidades colectivas y fuerzas de la GNR (gendarmería).

No se trata todavía, por parte de los dirigentes de la central sindical, de una prueba de fuerza, sino de hacer una demostración espectacular, en la calle, del «descontento popular por la política antiobrera del Gobierno».

Las últimas semanas han sido marcadas por un incremento de las presiones sobre el Gobierno por parte de la oposición situada a su derecha (los socialdemócratas de Sa Carneiro y los «centristas» de Freitas do Amaral). Se trata, pues, para las fuerzas sindicales, donde la corriente próxima al Partido Comunista (PCP) ha afianzado últimamente sus posiciones, de ejercer a su vez una presión de sentido contrario.

Este juego pendular de las oposiciones de izquierda y de derecha es uno de los argumentos preferidos de Mario Soares para justificar su política. Según Soares, «las críticas de sentido opuesto se anulan». Sin embargo, el Gobierno ha demostrado una total falta de sangre fría frente a las críticas. Una declaración del ministro de Trabajo, secundada por una toma de posición de los sindicalistas de la «Carta Abierta», en vísperas de la «jornada sindical» ha constituido una violenta diatriba contra la CGTP, a la que acusaron, una vez más, de «totalitaria». El Gobierno rompe así el diálogo iniciado hace algunas semanas con los representantes sindicales, en vista a la negociación del famoso «pacto social».

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_