Hoy llega a Madrid el heredero y vicepresidente saudita
El heredero al trono de Arabia Saudita y vicepresidente del Gobierno de aquel país, príncipe Fahd ben Abdul Azziz Al-Saud, llega hoy a Madrid para cumplir una visita oficial de tres días de duración. El príncipe Fahd se hospedará durante su estancia en Madrid en el palacio de La Zarzuela como invitado personal de los Reyes de España, detalle éste que sintetiza la importancia concedida a su visita. Don Juan Carlos y el príncipe mantendrán diversas conversaciones y, por otra parte, el príncipe Saud el Feisal, ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, celebrará una reunión de trabajo en Santa Cruz con su colega español, Marcelino Oreja.
El objetivo esencial de la visita, que, en opinión de círculos políticos y económicos madrileños, se centra en los contactos directos que mantendrán en Madrid los representantes de ambas monarquías, tiene como trasfondo la posible concesión de un importante préstamo financiero a España, capaz de contribuir a consolidar la economía española, al tiempo que la situación política evoluciona hacia fórmulas democráticas. Esta ayuda financiera estaría bien vista, en opinión de los observadores, en Washington, escala previa a Madrid del príncipe Fahd y en diversos países europeos —la República Federal de Alemania, entre ellos— que estarían dispuestos a respaldaría.
Esta importante operación crediticia viene siendo estudiada desde hace tiempo pero parece que no acaba de concretarse, tal como ha sucedido con otro crédito, este de quinientos millones de dólares, acordado en principio con Kuwait. La visita del príncipe Fahd a Madrid puede ser, en este sentido, determinante.
En marzo de 1975 el entonces Príncipe de España fue el primer Jefe de Estado no árabe —ostentaba tal representación— que llegó a Riad para participar en las exequias del asesinado rey Feisal. Ese año, el déficit comercial entre ambos países ascendía a 95.812 millones de pesetas —contra España— y. en 1976, España cerró con números rojos por un importe de 106.296 millones de pesetas.
Los crudos petrolíferos son los causantes del abultado déficit. España importa aproximadamente el 40% de sus necesidades de Arabia Saudita, por valor en 1976 de 110.054 millones, mientras que sólo exportó 3.758 millones, en alimentos, textiles y material mecánico, especialmente.
En los últimos años, no obstante, Madrid ha intentado diversificar sus aprovisionamientos y así se han incrementado espectacularmente las compras en Irán y Omán, países musulmanes, pero fuera de la órbita de la Liga de Estados Arabes. México puede convertirse también en un importante vendedor, y por muchas razones, en un buen cliente. Venezuela y Ecuador, por una parte y la Unión Soviética, por otra, pueden convertirse también en buenos partners comerciales.
En torno al crédito saudita, no obstante, nada se ha revelado a nivel oficial en Madrid. «Desconozco que exista nada en tal sentido», ha manifestado Jaime Basanta, subsecretario de Economía Financiera del Ministerio de Hacienda. «Las conversaciones que vamos a mantener con la delegación saudita son de índole muy general. Todo esto no significa que las cosas puedan cambiar mañana y se puedan invertir.»
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